Durante la presente semana han compartido protagonismo los datos macroeconómicos con las declaraciones de los presidentes de los Bancos Centrales.

Empezando por el BCE, Lagarde ha alegrado a los mercador afirmando que para junio tendrán los datos suficientes para poder concretar una bajada de tipos, reconociendo que lo han discutido en el seno de la institución, pero han coincido que actualmente no se dan las condiciones. También ha revisado a la baja las expectativas de inflación para la Zona Euro, que estaban en el 2,7% y las ha bajado al 2,3% para 2024 y al 2% para 2025.

Por su parte, Powell en las declaraciones realizadas ante en Senado de los EEUU, también ha coincidido que no es el momento de bajar los tipos, pero que este año lo harán en algún momento, lo que una vez más, ha sido música celestial para los mercados, en han vuelto ha subir y marcar máximos históricos en varios índices mundiales. También ha mencionado abiertamente que la Reserva Federal no está ni remotamente cerca de tener una moneda digital, respaldada por el banco central estadounidense.

También podemos resaltar de esta semana, el congreso comunista chino, que ha anunciado que esperan que la economía crezca un 5%, pero sin anunciar planes de estímulo que apoyen esa afirmación, lo que ha supuesto una gran decepción para el mercado.

En los datos macroeconómicos, destaca en la Zona Euro que la actividad de las empresas se ha estabilizado. En EEUU, tanto la actividad manufacturera como la de servicios se han enfriado ligeramente, pero no inquieta en absoluto a la FED, que no ven la recesión en EEUU. Aunque el desempleo americano ha subido al 3,9%, algo que no esperaba el mercado, lo cierto es que este dato tan relevante para la economía americana, contrastaba con la creación de empleo, que había aumentado por encima de las expectativas.

Para la semana próxima toda la atención estará centrada en el dato de inflación de EEUU que conoceremos el martes, para seguir haciendo pronósticos sobre la confirmación o no de esa baja de tipos en junio, que los mercados dan por descontado, pero que la FED no va a ejecutar hasta que considere que la inflación está totalmente bajo control y en el camino descendente hacia el objetivo del 2% marcado.

Mientras tanto, el dinero que estaba fuera de los mercados, sigue aprovechando cualquier pequeña realización de beneficios, para entrar, porque si soportar las caídas del mercado son frustrantes, sin duda lo son mucho más, el ver como los mercados financieros suben, quedándote fuera de la fiesta. Algo tan emocional, como irracional, pero tan común entre los inversores e incluso gestores. Forma parte de la naturaleza humana.