Si alguien no había visto con mucha claridad que los Reyes Magos se habían adelantando para los inversores, tras las fuertes subidas del mercado en noviembre, esta semana, desde EEUU ha llegado Papá Noel, a través del presidente de la Reserva Federal Americana.

Powell ha sorprendido a propios y extraños en las declaraciones de la última reunión del año. En los informes de los analistas, previos a la reunión, la gran mayoría apostaban porque a través de sus comentario, enfriaría los exaltados ánimos de los mercados, tras las excepcionales subidas de las últimas semanas, descontando que los tipos iban a bajar antes de lo que la mayoría pensaban, que eran en la segunda parte de 2024.

Por el contrario, el presidente de la FED, confirmó que los tipos van a bajar, en principio tres veces, en un 0,25% en cada ocasión, aunque también dejó claro que seguirán de cerca la evolución de los datos macroeconómicos, para ir modulando la consecución del cumplimiento del objetivo de inflación en el 2%, sin dañar a la economía americana.

Los mercados recibieron con especial algarabía la noticia, porque realmente nadie esperaba que se acabase con la especulación de las últimas semanas, sobre la política monetaria para el próximo año. Ahora las encuestas apuntan a que la primera bajada, puede llegar en abril el año próximo.

Como hemos recordado en múltiples ocasiones, los mercados financieros descuentan, con subidas en los precios de los activos, tanto de renta fija como de renta variable, las bajadas de tipos de interés. De ahí la consistencia de los niveles conseguidos en las últimas semanas y las buenas perspectivas para 2024.

Por su parte, el jarro de agua fría lo ha puesto la presidenta del Banco Central Europeo, al afirmar al día siguiente de la intervención de la FED, que no se están planteando bajar los tipos en Europa, porque la inflación subyacente está demasiado alta, algo en lo que España tiene buena parte de responsabilidad, por las subidas de los costes laborales, por la política populista que está dirigiendo la economía de nuestro país.

Los inversores y los analistas no se han creído totalmente sus palabras, porque el deterioro de la economía de la Zona Euro y la presión que puede ejercer la FED, si empieza la primera a bajar tipos, puede obligarles a tener que hacer un recorte de tipos.

Lo que si es cierto es que los bancos centrales no quieren equivocarse y que realmente, la evolución de los tipos, dependerá de la inflación. No obstante la osadía de la FED en sus declaraciones, hace pensar que los indicadores que manejan, son bastante favorables sobre la evolución que se espera en la inflación americana.

Sea como fuere, todo eso ya serán asuntos a tener en cuenta para 2024, por que a falta de los datos macro de la semana próxima, lo más relevante de lo que tenía que acontecer este último mes del año, ya lo hemos visto, con las últimas reuniones de los Bancos Centrales de EEUU y la Zona Euro, que realmente han sido los grandes protagonistas de este año 2023, que estamos a punto de despedir.