El Gobierno de España ha dejado de estar en funciones y ha pasado a estar en “construcción”. El presidente del Gobierno más polémico de la historia democrática, está diseñando su gobierno, para la legislatura más convulsa y dramática que se recuerda.

El rechazo social, institucional, empresarial e internacional, no ha impedido que la hoja de ruta marcada, siga adelante. Ahora está por ver hasta donde llega y cuales van a ser sus consecuencias. De antemano, los fondos internacionales y el mundo empresarial ya están retirando la recomendación de invertir en España, lo que va a suponer una sequia importante, que dañará a la economía.

La inseguridad jurídica, los conflictos judiciales y la inestabilidad política, son las calificaciones que recibe la situación de España, lo que ahuyenta la inversión y la esperanza de mejora para nuestro país.

A todo esto hay que añadir que el contexto económico actual a nivel mundial es complejo, con los tipos de interés en máximos, las economías desacelerándose, y la inflación más resistente de lo que se necesitaría.

Desde Bruselas ya se está transmitiendo que el tiempo de gastos descontrolados, con la excusa de paliar los efectos del Covid ya ha terminado. Toca volver a la senda de austeridad y déficit anual por debajo del 3%.

Con todo este panorama, el Gobierno va a tener muy complicado gestionar los asuntos económicos, con políticas de aumentos de impuestos y gasto social improductivo, así como las transferencias comprometidas a los socios de gobierno.

La falta de reformas estructurales en los años pasados, también va a suponer un lastre para la economía española.Habrá que ver como va impactando en las primas de riesgo, que es la siguiente derivada de lo que puede suceder en los próximos meses.

Como conclusión, la situación económica se va a complicar mucho, lo que va a obligar a las familias y empresas a protegerse, para poder sobrevivir a la compleja situación que nos espera por delante. Los presupuestos bien realizados, el ahorro llevado a la inversión internacional y la planificación fiscal, patrimonial, serán las herramientas para conseguirlo.