El mes de agosto es el que claramente se define en nuestro país, como el mes de vacaciones por excelencia, aunque normalmente en julio ya suele notarse una ralentización de la actividad. No obstante este año, la actividad sigue siendo muy alta en el presente mes de julio. 

En los mercados financieros no ganamos para sobresaltos. Sólo tenemos que recordarla estafa de Gowex, la precariedad de las cuentas del grupo Espirito Santo, y la crisis de Ucrania, en la que la tensión geopolítica ha aumentado, tras el derribo del avión de las aerolíneas malasias, con varios estadounidenses entre los pasajeros muertos. Las consecuencias en los mercados son claramente de recortes de las Bolsas y subidas de las primas de riesgo. En el caso de nuestro país, los bancos están siendo los principales damnificados, llevando al selectivo Ibex 35 a niveles de mayo, y con la prima de riesgo cerca de los 150 puntos básicos.

Todos estos recortes, son claramente oportunidades de compra, para recomponer o preparar las carteras, para la recta final del año, puesto que la gran mayoría de los gestores, consideran que volverán a subir, impulsados por la enorme liquidez que hay en el sistema, la mejora de las economías y la búsqueda de rentabilidades, que ya la renta fija no puede dar. Todo ello se producirá, cuando se calmen los temas candentes de la actualidad, que permitan hacer volver las compras al mercado.

En el terreno político, el Gobierno se afana por conseguir rentabilizar la mejora de la economía doméstica, tanto dentro, como fuera de nuestras fronteras. En el exterior están intentando posicionar al Ministro Luis de Guindos como Presidente del Eurogrupo, al tiempo que se están haciendo gestiones diplomáticas para conseguir apoyos que permitan a España tener una silla en el Consejo de Seguridad de la ONU. A nivel doméstico siguen con las reformas que nos permitan seguir ganando competitividad, como la reforma de la ley de mutuas, que espera ayudar a reducir los gastos que provocan las bajas laborales, tanto para la Administración Pública como para las empresas.

El partido de la oposición, se afana en intentar poner orden en casa, para posicionarse de cara a las citas electorales del año próximo, que son de vital importancia para ellos. Los aspirantes “al trono”, es decir, al poder, que no son otros que los recién aterrizados en el deseado mundo del poder, de ahí su nombre “Podemos”, aunque ellos lo expliquen de otra manera, se afanan por aprovechar el momento de descontento y desconcierto social, para comerle terreno al PSOE y llegar incluso a gobernar nuestro país. No quiero ni pensar lo que sería el futuro de España, si una ideología como la que defienden los militantes de “Podemos”, llegase al poder. Estos lobos vestidos de corderos, llegan hablando de modernidad, con una ideología tan vieja, como fracasada, tal y como demuestra la historia de los países que la han puesto en práctica.

El recién coronado nuevo Rey, Felipe VI, ha demostrado dejar muy alto el pabellón español en su reciente viaje a Marruecos, conquistando sus primeros logros económicos para nuestro país, al conseguir que nuestros pescadores puedan volver a faenar en aguas marroquíes. Todo esto unido a su trepidante agenda tanto nacional como internacional, para dejar clara la coherencia entre su discurso de coronación y su actividad como Rey, ya desde su primer mes como responsable de la Casa Real en España.

La actividad en el mundo de la empresa es también trepidante. La mejora de la situación económica en España,  y Europa en general, está acelerando la puesta en marcha de nuevos proyectos, la búsqueda de financiación o la estabilización de la situación financiera particular, para posicionarse, evitando perder oportunidades, o quedarse el último, que en el mundo de los negocios, ya sabemos que eso significa retroceso o incluso riesgo de extinción.

Sin duda esta frenética actividad que se respira, es un buen síntoma de que seguimos trabajando duro para revertir la difícil situación económica, que hemos padecido durante tantos años. De esta manera, las ansiadas y más que necesarias vacaciones, permitirán coger fuerzas para seguir al mismo ritmo a la vuelta, porque queda mucho trabajo por delante y debemos mantener el ánimo, así como la energía, para seguir en la lucha diaria que nos lleve a  transformar nuestra sociedad, hacia un futuro más próspero.