Que el primer trimestre del año haya sido un auténtico festival de rentabilidades en los mercados financieros es, en buena medida, lo que está provocando el desconcierto de muchos inversores, con lo que hemos visto en el mes de abril, sobre todo en su recta final.

Por todos debería ser sabido, que los mercados financieros no permanecen constantemente subiendo, como tampoco lo están bajando, por mucho que algunos inversores así lo crean, cuando se dejan llevar por sus emociones de pánico o euforia, según el comportamiento del mercado y extrapolando esa situación para un futuro permanente.

Unos datos económicos más débiles de lo esperado en EEUU, la fortaleza del dólar y algunos datos europeos que no han cumplido las previsiones, han ido levantando temores sobre el plazo de la ayuda cuantitativa del Banco Central Europeo, y por tanto, el posible final del festival de rentabilidades.

El Gobernador del Banco Central Europeo ya dejó claro que tiene intención de llevar hasta el final su programa de ayuda, que apenas ha comenzado a aplicarse, dado que lleva dos meses de vida. A esa afirmación, se une más de un economista, que considera que, en esencia, aquí nada ha cambiado en el último mes. Los datos macroeconómicos americanos más débiles, se consideran normales en esta primera parte del año y algo estacional, por lo que no hay cambios sustanciales en las recomendaciones. Tal vez se retrase la subida de tipos en EEUU hasta después del verano, y cuando comience, se haga de forma suave.

Si todo eso es cierto, el dólar debería volver a fortalecerse, para llegar a niveles próximos a la paridad, las bolsas seguirían subiendo y las rentabilidades de la renta fija bajando, al tiempo que suben sus precios.

Confiando en ese escenario, podemos afirmar por tanto, que estamos ante un alto en el camino, que por otro lado es de agradecer, para evitar confundir a todos los inversores nuevos, que llegan al mercado de capitales, huyendo de los depósitos y en busca del “dorado”, sin un ápice de cultura financiera. Tal vez sean éstos los más sorprendidos, porque para el resto de los experimentados y sufridores inversores, ya saben que el comportamiento de los mercados es así, de ahí que una buena diversificación en la gestión y en los activos, es la garantía del camino acertado para obtener buenas rentabilidades en el medio y largo plazo, sabiendo que no será un camino llano, sino lleno de curvas y baches.

No sabemos si se cumplirá la famosa máxima de “ vende en mayo y compra en octubre”, reflejando que los próximos meses serán muy planos o negativos, hasta llegar a la recta final del año. Lo acertado será ser fieles a la estrategia marcada, si ésta cumple con los requisitos fundamentales de prudencia y diversificación.