Esta es la pregunta que nos hacemos cada verano, cuando llega el mes estival por definición, en nuestro país y en otros muchos. La pregunta viene motivada por los sobresaltos que suelen sufrir los mercados, casi todos los años.

No hay ningún dato estadístico ni teoría, que permita tener una base fiable, para argumentar al respecto y llegar a una conclusión concreta. Lo que sí sabemos es que en el pasado, cualquier noticia o dato económico imprevisto, puede llevarse por delante los mercados. Sin ir más lejos, el año pasado, la gran protagonista fue China, y no precisamente para bien.

El menor volumen de contratación bursátil y las vacaciones de gran parte de los profesionales del sector financiero, hacen de agosto, un mes muy vulnerable, capaz de tener subidas y sobre todo recortes, de gran intensidad. En esta ocasión, vamos a comenzar el mes con unos mercados muy estables, tal vez demasiado, tras el impacto inicial de la decisión de Reino Unido de salirse de la Unión Europea. El sector financiero español y el europeo en general, no han recuperado los niveles anteriores, pero las carteras gestionadas de forma flexible por gestoras internacionales, sí que están consiguiendo batir aquellos niveles, para satisfacción de muchos inversores.

Eso nos lleva a la conclusión, como mencionó la presidenta de la Reserva Federal americana, que los mercados financieros están más estables que hace un mes. No obstante, las amenazas e incertidumbres se agolpan, de manera que está por ver, cuando volverá el mercado financiero a sufrir y cuál será el detonante. Llevamos meses escuchando la preocupación que causa la situación del mercado de renta fija mundial y cada semana, se reitera o se añaden nuevos protagonistas, como el último, el famoso ex presidente de la Fed, Alan Greenspan.

Lo que no encontramos en todos esos mensajes “alarmistas” es ninguna pista, sobre el posible detonante, el impacto que podría provocar y las medidas que habría que tomar para evitarlo o minimizarlo. Ello tiene especial relevancia, porque estamos hablando de los mercados de renta fija mundiales, que son los que más dinero manejan en los mercados de capitales y que cuentan con la confianza de los ahorradores más conservadores, o de la parte más conservadora de las carteras de inversión.

Puede que estemos ante un riesgo mayor en renta fija que en renta variable, lo que distorsiona la percepción de lo que hemos tenido que tener en cuenta hasta ahora, a la hora de tomar decisiones de cómo diversificar las carteras, y apenas tenemos información relevante. Todos lo saben, nadie se atreve a ir algo más allá del discurso alarmista y esto nos debe colocar en una posición de máxima alerta.

Con este panorama, la gestión flexible por activos y mercados, posiblemente sea la vía más recomendable. A ello debemos sumar la confianza de que los gestores experimentados e independientes son conscientes de lo que hay, lo que puede permitir moverse por los mercados, con la agilidad y destreza que de ellos esperamos.

La concentración de activos, sectores, o países, sin duda suponen un riesgo mucho más alto, que en otras circunstancias. Los inversores que tengan liquidez, como buen cazador paciente, deben esperar un nuevo “susto” en los mercados, para tomar posiciones, porque con ello podrán obtener mayor rentabilidad a medio plazo. Todo ello con una estrategia de cartera bien diversificada, sin riesgos directos de entidades bancarias y con una visión más global del mundo, que nunca.

Atención también con los activos sintéticos, ya saben, aquellos que llevan detrás índices, y no empresas concretas o gobiernos, que respalden los activos, porque su proliferación y desconocimiento real de los riesgos que conlleva, pueden destrozar los patrimonios, si los mercados sufren algún tipo de shock, que nadie tiene previsto por el momento.

Por tanto y en conclusión, aquellos que vayan a irse de vacaciones, miren de reojo los mercados, porque ha llegado el mes de agosto.

En cualquier caso, disfruten de su descanso y merecidas vacaciones. Nosotros seguiremos aquí para tenerles informados cada día, de todo lo que suceda.