Resulta difícil encontrar un tema de conversación en nuestro país, con el que no salten chispas entre los interlocutores. No se puede hablar ni de política, ni de economía, ni de fútbol … La mejor noticia es que sin darnos cuenta, ya estamos casi en la mitad del año.

Menciono lo de la mitad del año, para recordar que a comienzos de este 2013, todos los pronósticos eran que la primera parte del año sería la más complicada para nuestro país. El Gobierno comunicó la semana pasada unos pronósticos bastante pesimistas para la creación de empleo en nuestro país, así como para las bajadas de impuestos. Se trata de dos asuntos más que sensibles, junto con la presión que se le está haciendo al Gobierno, para que adelgace el tamaño de la administración pública.

No obstante, la caída de la prima de riesgo española por debajo de los 300 puntos básicos es una buena noticia, que puede desencadenar otras muy positivas para nuestras cuentas públicas, con el ahorro que ello supone tanto para las administraciones públicas como para las empresas. Los bancos centrales de EEUU, Japón e Inglaterra al rescate de sus economías, han forzado al BCE a bajar tipos y encontrar vías que faciliten el crédito a las pymes, de los países del sur de la Zona Euro. Si esto se produce más pronto que tarde, realmente en la segunda parte del año empezaremos a notar cierto alivio, a la insoportable presión a la que están sometidos, la gran mayoría de los españoles.

La preocupación de “ Super Mario” está en que ese alivio que pueden sentir algunos países, como el nuestro, les relaje en su proceso de reformas, lo que resultaría contraproducente a medio plazo para toda la Zona Euro. Por tanto el “super gobernador” se debate entre utilizar de golpe toda la munición para reactivar la economía de la Zona Euro, o esperar a que las reformas de los países díscolos, se vayan aplicando, para hacerlo. La tesitura tiene una enorme complejidad y trascendencia, para el devenir de la economía de la Zona Euro.

No tengo claro si nuestro país necesita paciencia, como dice el Presidente del Gobierno, no olvidemos que es una gran virtud cuando no esconde cobardía o inactividad, pero lo que sin duda seguimos necesitando, son buenas dosis de responsabilidad y sosiego, para no empeorar la situación personal de cada uno, al tiempo que podamos estar atentos a la multitud de oportunidades que se nos van a ir presentando, y sacarles el máximo provecho.

Tras el nuevo fiasco para los sindicatos, del tradicional 1 de mayo, día del trabajo, deberían hacer una lectura humilde, sensata y certera de las razones, para reinventarse y ganar un puesto en la sociedad, que puede hacer mucho bien, si realmente salen de sus prehistóricas ideologías, comprometiéndose realmente con las necesidades de los trabajadores del futuro, y alejándose de las prebendas políticas, que les han desenmascarado, al tiempo que alejado sustancialmente de la gran mayoría de los trabajadores de nuestro país.

Todo lo que está sucediendo, nos demuestra el relevo generacional e ideológico al que se está sometiendo nuestra sociedad, dónde los más flexibles y capacitados, serán los que mejor se adapten y sobrevivan.