Cada año, cuando comienza el mes de agosto, todos nos preguntamos cómo será en los mercados financieros, porque tiene fama de no ser un mes especialmente tranquilo. A las puertas de cerrar, tan famoso mes, podemos concluir que el único terremoto vivido, ha sido el desafortunado que ha sufrido Italia, pero en los mercados financieros, ha sido muy neutro.

Desde hace casi año y medio, hasta el 24 de julio incluido, fecha ya famosa por el día post Brexit, los mercados financieros apenas han dado un respiro ni a inversores sin profesionales del sector. Situación que estaba provocando unos niveles de cansancio realmente preocupantes. Una realidad que olvidamos a menudo, es que en todos los asuntos económicos, son las personas, con sus decisiones y actos, los que marcan los aciertos y los errores. Las máquinas trabajan para el mundo financiero, pero no son ellas las que sufren el miedo, la euforia o tomas decisiones. Se limitan a ejecutar lo que las personas les programan.

Las tensiones acumuladas, por la complejidad y vertiginosa transformación que está sufriendo en mundo occidental, estaba demandando un parón para descansar, reflexionar sobre lo que está pasando y los desafíos que tenemos por delante, que no son pocos. Tomar decisiones acertadas, siempre es más fácil desde la calma y la reflexión, que desde la precipitación y la presión.

Todas las autoridades económicas y políticas, tienen en los próximos meses, podríamos decir años, que tomar decisiones realmente trascendentes para el futuro de todos nosotros, incluidos ellos. Estos dos meses que nos han dado de gracia, los mercados financieros con su calma, deberían haberlos aprovechado para descansar, estudiar y reflexionar, porque ello les ayudaría a estar en mejores condiciones para tomar decisiones.

Esa reflexión podríamos aplicárnosla también cada uno de nosotros, porque con independencia de nuestra edad, profesión, ideología, sexo o religión, todos tenemos asuntos trascendentes en nuestras manos, fruto de los cambios que se están produciendo y el impacto que nos van a ir generando. Por tanto, para mantener la esperanza en el futuro, debemos saber claramente cuál es nuestro presente, tanto personal como profesional, y por supuesto financiero, para analizar que mejoras debemos incorporar, para superar los retos que el nuevo curso nos traerá por delante. Formación, buena información, planificación y decisión, sin duda son prioridades en nuestra personal reflexión.

En Reino Unido no creo que hayan estado demasiado tranquilos, porque el terremoto que ha provocado el Brexit, ya está poniendo en evidencia los daños que su economía está sufriendo, sin duda antesala de lo que les espera.

A partir de ahora iremos recibiendo las conclusiones de los innumerables estudios que se están haciendo, sobre el impacto que tendrá sobre el resto de países y zonas geográficas del mundo. Las que ya conocemos, no son nada halagüeñas para ellos, mientras que para el resto presentan dudas, que se irán despejando.

Los mercados financieros tendrán que reflejar en algún momento, las incertidumbres que tendremos hasta final de año y salir de su placentero período vacacional. Espero que nosotros hayamos disfrutado y descansado del nuestro, para hacer frente a las exigencias de los próximos meses.