Las declaraciones de intenciones del presidente de los Estados Unidos, desde que era candidato a la presidencia y sobre todo, después de ganar las elecciones, podríamos sintetizarlas en: dar portazo a las medidas contra el cambio climático, proteccionismo desde el punto de vista económico, aumento de las intervenciones militares y dejar atrás la era Obama en temas sanitarios.

Los mercados financieros llevan subiendo desde que ganó las elecciones, por las expectativas que han generado sus propuestas para llevar a la primera economía del mundo, a subir entre un 3 y un 4%. Por el momento no se ha concretado ninguna de sus propuestas, y los mercados siguen esperando, sin desesperarse.

El primer batacazo legislativo, se lo ha dado Trump, en su intento de desmontar la reforma sanitaria llevada a cabo por Obama. Lo más significativo del primer y flamante fracaso, es que han sido los de su partido, los que no le han apoyado, por lo que tuvo que retirar la votación.

Ahora los inversores están a la espera de ver si esa situación se va a repetir, cuando quiera llevar a cabo otras reformas prometidas y de calado, sobre todo en el ámbito fiscal y del sector financiero.

Lo que también podemos constatar es que entre las propuestas que ha ejecutado, tenemos dos muy relevantes. La primera es dar al traste con todo lo que “huela” a medidas contra el cambio climático. El presidente de los EEUU considera que no es más que un invento de unos cuantos, para sacar dinero a costa del apoyo mayoritario del mundo.

La segunda, ha sido la intervención militar en Siria, casi seguro, que dando la orden sin pestañear. Los medios de comunicación afirman que se ha hecho con el consentimiento de la OTAN, aunque Rusia ya ha mostrado su desacuerdo y los mercados financieros, en su versión especuladora, han apostado por el petróleo y el oro, haciendo que suban sus valoraciones, al menos de momento.

Como podemos intuir, las implicaciones de estas dos cuestiones, desde el punto de vista social y político, son de enorme trascendencia, de imprevisibles consecuencias y una auténtica declaración de intenciones, de lo que puede venir. No hay que olvidar las provocaciones que Corea de Norte pone en práctica, para ir tanteando a su enemigo, que no rival, en la escena política.

Mientras tanto, el resto de los ciudadanos… mirando, esperando y tal vez, rezando, para que no suceda lo peor. Nadie sabe con absoluta certeza, lo que nos espera, de un mandatario imprevisible y con probadas deficiencias para ejercer un gobierno sensato y responsable.

En la primera semana del segundo trimestre del año 2017, las economías muestran sus fortalezas y el presidente del Banco Central Europeo, satisfecho con la marcha de los datos macroeconómicos de la Zona Euro, alienta a los mercados financieros, declarando su intención de mantener la ayuda cuantitativa hasta final de año, como tenía previsto.

Ahora nos adentramos en el comienzo de la Semana Santa, con una ausencia absoluta de pasión y dolor, por parte de los inversores, que festejan el resultado de sus carteras en el primer trimestre del año. Ya veremos que nos depara el segundo. Sea como sea, prudencia y alerta, por si acaso.