Cuando se cumple un mes del referéndum que sacará a Reino Unido de la Unión Europea, tras 40 años de permanencia, veamos cómo está la situación, los ánimos y los mercados.

El 24 de junio de 2016 ya es una fecha histórica, que cada uno de nosotros recordaremos por lo que hicimos ese día y como nos impactó la noticia. Eso siempre sucede con fechas realmente trascendentes de la historia, como por ejemplo el ataque terrorista a las torres gemelas de Nueva York o el atentado en Madrid previo a las elecciones. Por cierto, este último también en viernes, como los resultados del Brexit y el impacto en los mercados financieros internacionales. Ambos históricos acontecimiento han influido en las elecciones generales de nuestro país. En este caso, para ayudar a fortalecer la posición del partido del gobierno y enterrar las desorbitadas aspiraciones de determinados partidos, dándoles con ello una importante cura de humildad, para que sigan trabajando para ganarse la confianza de los ciudadanos, con algo más que sus peliculeras actuaciones y vacíos mensajes.

El Brexit es Brexit, eso ha dejado claro la recién estrenada primera ministra de Reino Unido, en su reunión con Angela Merkel, para que no haya dudas de que se activará el artículo 50, y con ello la cuenta atrás de su salida del Club Privado del que han formado parte hasta ahora. A partir de ahí la siguiente palabra, que define la nueva situación, es incertidumbre. Reino Unido tiene por delante el desafío de llevar a la práctica el divorcio solicitado, sin un plan previsto para ello, con la presión de Bruselas para que lo activen cuanto antes y con todas las apuestas en contra, porque hagan lo que hagan, y negocien lo que negocien, difícilmente van a mejorar la situación económica y de influencia política mundial, que tenían antes del referéndum.

Para el resto de los países de Europa y para EEUU, toca analizar cómo va a impactar, minimizándolo lo más posible e intentando sacar rédito de aquello que obligatoriamente tengan que ceder los británicos, al salir del “Club”. La pieza más valiosa de este entramado, sin duda es la City Londinense. Por ello varias ciudades de Europa, incluida Madrid, se están ofreciendo para acoger ese negocio, que es realmente goloso.

En los mercados financieros la calma, ante la incertidumbre, es lo que ha predominado en este primer mes. Las estrategias de muchas gestoras internacionales o nacionales independientes en sus carteras flexibles, están dando unos resultados excepcionales, consiguiendo minimizar el impacto del viernes negro y consiguiendo colocar las rentabilidades, muy por encima del propio día del referéndum, cuando los mercados subían despreocupados.

Los grandes damnificados siguen siendo los bancos, cuyas cotizaciones bajaron entre un 10 y un 20% el día 24 de junio, y no han conseguido recuperar, algunos de ellos, casi ni la mitad de lo que habían caído. Casi todas las casas de análisis coinciden en señalar que el Brexit, tendrá entre sus consecuencias, que los tipos de interés seguirán muy bajos durante mucho tiempo, y eso pone aún más, contra las cuerdas a la banca, aun cuando no tenga exposición directa de negocio en Reino Unido.

Por lo que respecta los bancos centrales, el BCE ya ha dejado claro que hasta que no se conozcan más detalles, del impacto directo en las economías de la Zona Euro, no tiene pensado aplicar medidas adicionales a la que ya ha puesto en marcha.

Por tanto y en conclusión, el Brexit es Brexit, ha llegado la incertidumbre para quedarse durante mucho tiempo, la volatilidad volverá a los mercados, en algún momento y las nuevas oportunidades para obtener rentabilidad, seguirán surgiendo, al tiempo que serán aprovechadas, por quienes están trabajando para ello, al igual que lo han hecho antes del referéndum de Reino Unido.