La volatilidad está aumentando en las últimas semanas en los mercados financieros, y todo apunta a que ha venido para quedarse una buena temporada, lo que no tiene por qué ser una mala noticia.

En los meses que llevamos de este año, la economía real ha ido por un camino y la valoración de los activos financieros por otra. Ha estado sorprendiendo que las noticias negativas no hayan provocado más volatilidad en el mercado, lo que ha hecho que tanto los activos de renta fija como los de renta variable, hayan tenido un comportamiento excepcionalmente bueno, motivado más por las enormes cantidades de dinero que están soltando al mercado los bancos centrales, que por la realidad de los crecimientos mundiales.

Desde que la semana pasado se ha empezado a interpretar que la Reserva Federal en EEUU podría empezar a retirar sus estímulos a la economía, a los mercados les ha entrado la preocupación, ante algo que esperaban sucediese más tarde. Lo cierto es que independientemente de cuando lo hagan, la mayoría de los analistas consideran que no tiene por qué ser una mala noticia para las cotizaciones de las acciones, dado que si lo hacen, será porque el paro baja a niveles que consideran razonables, la economía crece sin ayuda y las empresas tienen beneficios, lo que ayudaría a que la bolsa continuase subiendo.

El temor en los mercados está en si acertarán a llevarlo a cabo en el momento adecuado, dado que retirar las ayudas podría provocar que la economía volviese hacia atrás, dado que no está creciendo con tanta fuerza, como para tener la certeza de que ya no necesita ayuda. Por otro lado, la revisión a la baja del crecimiento de China hasta el 7,75% o el que se espera de la OCDE para el conjunto de la economía mundial, está generando las incertidumbres que se añaden a la realidad de la recesión en la Zona Euro y la necesidad de implementar medidas de estímulo a la economía, pero con las elecciones alemanas a la vuelta del verano, lo que hace pensar, que algunas decisiones se retrasarán hasta que pasen.

El futuro sobre Japón parece esperanzador, aunque ahora esté inmerso en la fortaleza del yen y la caída de la bolsa, tras los máximos alcanzados hasta el momento, lo que ha motivado ventas importantes para realizar beneficios.

En la búsqueda de rentabilidades en las carteras, los gestores siguen apostando claramente por la renta variable, e incluso no hay que olvidar, quela volatilidad como activo financiero que es para muchas gestoras internaciones, puede ser un gran activo para tenerlo en las cartera en los próximo meses. No olvidemos que en los últimos meses este activo lo estaba haciendo mal, por la baja volatilidad del mercado, pero ahora está muy bien de precio y con muchas probabilidades de tener un buen comportamiento.