Desde que Irán ha atacado a Israel, los mercados están esperando cual va a ser la respuesta que van a llevar a cabo, con la esperanza de que el peor de los escenarios no se haga realidad.
Las tensiones desde hace un año en esta región del mundo, al margen de la interpretación e impacto político, tiene como centro de atención, el impacto que pueda tener sobre el precio del petróleo.
No debemos olvidad que hasta hace dos meses, la gran preocupación para las principales economías del mundo, se centraba en controlar la inflación, algo que parece que se ha conseguido. Ahora el temor está en que puedan producirse problemas en el suministro de petróleo, que nos haga retroceder el camino avanzado y que ponga en jaque la política de bajada de tipos iniciada por la Zona Euro y EEUU.
Por el momento, el impacto está siendo de una subida en torno al 8% en el precio del barril, llevándolo en torno a los 77 dólares, que no es un precio que preocupe, al tiempo que la OPEP ha anunciado el aumento de producción de barriles la presente semana.
En principio, los economistas y gestores confían en que ese escenario no se materialice, de ahí la cautela y tensa espera en la que están inmersos los mercados desde el martes pasado.
En los primeros días del mes de octubre, los datos macro han estado sobrevolando el interés de los inversores, mientras miran de reojo lo que está sucediendo en Oriente Medio. El buen dato de empleo americano, que rebaja el desempleo hasta el 4,1%, ha dado un impulso a los mercados, tras los tímidos recortes de la sesión precedente.
Las plazas europeas se han llevado la peor parte de las caídas esta semana, con el sector bancario, turístico y automovilístico, afectados por las bajadas de tipos, el conflicto de oriente medio y los problemas de las empresas, respectivamente.
Si el mes de septiembre nos cumplió con el estigma de ser un mes propenso a los recortes en las bolsas, veremos que sucede con el mes de octubre, que también suele llevarlo. Lo que está garantizada es la volatilidad, provocada por las tensiones geopolíticas y las elecciones en EEUU.