La historia de los últimos 30 años nos dice que ha sido en los periodos gobernados por el Partido Popular, en los que más ha subido el IBEX 35, frente a los gobernados por presidentes del PSOE
Las razones son fáciles de entender, dado que estamos hablando del sector privado, representando por las grandes empresas de nuestro país, que tienen una correlación directa con la seguridad jurídica, los impuestos y la menor intervención del Estado en la gestión de las empresas, y del sector privado en general.
Si las previsiones actuales se cumplen, el próximo 23 de julio, tras las elecciones generales, el Partido Popular volverá a hacerse con el Gobierno de nuestro país, y en varios asuntos económicos, va a ser un “dejá vu”, respecto a otros Gobiernos del Partido Popular.
En cuanto a las similitudes, la primera será que llegan en una situación complicada para la economía española, en este caso con el endeudamiento más alto de nuestra democracia en referencia al PIB, con los tipos de interés más altos desde 2008, con unos costes sociales elevados y con Bruselas exigiendo austeridad fiscal, es decir a recortar gastos, tras la etapa de mayor gasto público que se recuerda, gracias a las ayudas europeas para hacer frente a los daños de la pandemia, así como la libertad que ha tenido el Gobierno para gastar, sin la presión de Bruselas, que ahora va a volver.
La siguiente similitud va a ser que las bajadas de impuestos van a poder ser muy limitadas, de ahí la prudencia de Feijoo a la hora de comprometerse, porque intuye que las cuentas que se van a encontrar, no van a dar demasiado respiro. De ahí que por ejemplo en la recuperación de las deducciones de planes pensiones, se haya comprometido a subir el importe, pero no a llegar a los 8000 euros de deducción que se tenían antes de las subidas de impuestos del actual Gobierno. Por tanto, no esperemos que tras el 23-J tengamos una reducción de impuestos importante, porque nuestras cuentas públicas no se lo pueden permitir.
Las reformas legales, que ayuden a liberar al sector privado del intervencionismo que ha caracterizado al actual Gobierno y sus socios, será un importante revulsivo para activar la economía de nuestro país. Por otro lado, la seguridad jurídica en material fiscales y mercantiles, es fundamental para atraer y retener capital privado, que de nuevo sienta atractivo por nuestro país, que revierta la situación de acoso y desprecio al que se han visto sometidos.
Posiblemente la gran diferencia que tenemos, respecto a otros momentos de nuestra historia, está en el aspecto social. La sociedad española llega a estas elecciones con la preocupación de haberse visto amenazada, como nunca, nuestra cultura, los valores más esenciales que mantienen en pie una sociedad, como el valor de la vida, la integridad de las personas y sus bienes, la paz familiar o relaciones interpersonales etc.
Esperemos que después del 23-J podamos recuperar la confianza en la recuperación de los valores y costumbres que tanto han fortalecido a nuestra sociedad, que están en la mente y necesidad de la gran mayoría de los ciudadanos, que han visto como los últimos cuatro años, se han visto perseguidos por el sectarismo de quienes consideran que los deseos, necesidades u ocurrencias de unas minorías, deben ser impuestas a la fuerza a las mayorías, llegando a vulnerar sus derechos fundamentales, porque el fin ha justificado los medios.
La sociedad española grita la necesidad de una reforma electoral que nos libere de los chantajes de las minorías, que tanto daño han hecho y están haciendo al conjunto de la sociedad, ante un ejercicio irresponsable de poder, que obliga a tomar medidas, para evitar que en posteriores ocasiones, realmente nuestra sociedad sufra daños irreparables, que la lleve la fondo del mar, como el Titanic.
Esperemos que el resultado electoral y la responsabilidad de quienes ejerzan el poder los próximos 4 años, permitan que se lleve a cabo,porque cada giro brusco de timón político que sufrimos, estamos más cerca de caer por el precipicio, algo que no podemos permitir, por el bien de nuestras futuras generaciones.