La situación que están viviendo los ahorradores que compraron “las preferentes” de algunas entidades financieras, se volverá a repetir en el futuro, si algún banco se declara insolvente. Por tanto no estamos ante una situación irrepetible, sino más bien todo lo contrario.

Los Ministros de Finanzas de la Unión Europea han llegado a un acuerdo revolucionario para el sistema financiero en Europa, que acelerará la necesidad de aumentar la cultura financiera de los ahorradores, para encontrar los vehículos de inversión y los profesionales, en los que confiar, para preservar sus patrimonios.

Dicho acuerdo consiste en dejar aclarada la jerarquía de quienes van a financiar los rescates de los futuros bancos insolventes, incluyendo a los depositantes con más de 100.000 euros, junto a los tradicionales titulares de acciones, preferentes o deuda, tanto senior como junior. Por tanto será el capital privado, junto con el público, si fuese preciso, el que deberá hacer frente a las pérdidas que se produzcan. El objetivo es evitar la quiebra incontrolada de alguna entidad, que pueda infectar al sistema en su conjunto o que paguen el total de los contribuyentes, unas pérdidas que no les corresponden. No debemos olvidar que en la crisis financiera actual, los contribuyentes europeos, incluidos los españoles, han cargado con unos 1,6 billones de euros, para el rescate de entidades financieras. Algo a todas luces impensable para el futuro.

Los países que necesiten dinero europeo para el rescate de alguna entidad financiera, deberán incluirlo en su déficit, de ahí que el mecanismo para activar esas ayudas deberá recoger todas las condiciones, y los gobiernos se lo pensarán mucho, antes de utilizarlo, teniendo en cuenta el proceso de reducción déficit en el que están inmersos, para los próximos años.

Ante esta nueva realidad, todos aquellos ahorradores que sigan opinando que nos les interesan las finanzas, ni la cultura financiera, estarán absolutamente desarmados, para enfrentarse a las amenazas y evitar perder el patrimonio, que por otro lado, será absolutamente imprescindible para complementar las futuras pensiones, que se recibirán de la Seguridad Social.

La confianza de que el “papa Estado” ayudará a todas las personas que depositen sus ahorros en las entidades financieras, ha pasado a los anales de la historia. Cada ahorrador tendrá que hacer sus propias cuentas, y ser consecuente con los riesgos que asume, porque ya no servirá el desconocimiento o ignorancia, con carácter general, como argumento para posibles reclamaciones. La información es pública, es clara y contundente.

Desde que comenzó esta crisis en 2008, hemos repetido incansablemente que nada volvería a ser igual, y la decisión del ECOFIN es una prueba, de la nueva realidad a la que los ahorradores se tendrán que adaptar.

Por tanto y en conclusión, las preferentes no son un mal sueño, sino una realidad que ha venido para quedarse. Lo bueno de las amenazas es que cuando son conocidas, cada uno puede saber cómo evitarlas, algo que en este caso es muy fácil: se llama cultura financiera, para saber en quién y en qué activos confiar.