La sorpresa de los resultados electorales ya sabemos que no lo es tanto, porque ya se sabía que el voto de castigo y los extremismos harían acto de presencia. No obstante sí que hemos asistido a algunas sorpresas, como la vivida en nuestro país, que han sido ampliamente analizadas. La resaca ya ha dejado algunas víctimas políticas, que seguro no serán las únicas
Al margen de que los resultados no sean un problema, a corto plazo, para continuar avanzando en la recuperación de la Zona Euro, lo cierto es que muchas cosas deberían cambiar, ante la incipiente amenaza de que Europa termine como el Imperio Romano, sin futuro y sólo protagonista en los libros de historia. Si los ciudadanos europeos siguen creyendo, que lo que hemos vivido en esta crisis, es lo peor que puede pasarnos, están realmente muy confundidos.

La pregunta a responder es si se conseguirá llegar a recuperar el equilibrio, no tanto desde el punto de vista económico, como de la confianza en las instituciones, que realmente es lo grave. Desde el punto de vista económico, aunque lentamente, las cosas irán mejorando y muchos ciudadanos ya lo están notando. Lo que también es cierto es que nada volverá a ser igual, porque vivíamos un mundo que era mentira, desde el punto de vista económico. La gravedad estriba en el hecho de los mismos que están buscando soluciones, nos han llevado a esta situación, con políticas económicas erróneas y con una ciudadanía, que carecía de unos mínimos conocimientos en asuntos económicos.

Como bien decía hace una semanas una Ministra italiana, resulta muy frustrante que los ciudadanos no entiendan que las medidas de austeridad son las únicas que nos pueden salvar de daños mayores. En su intervención dejaba claro que la ausencia de educación financiera, hacía imposible esa tarea. Los esfuerzos y los sacrificios no nos gustan a nadie, es algo que va en contra de nuestra naturaleza, pero menos aún si no se entiende la utilidad de los mismos.

De ahí que con los resultados electorales, Europa ha ganado tiempo, otros cinco años, para esforzarse en recuperar parte del desprestigio y que la economía vaya mejor, para calmar a buena parte de los ciudadanos. Que los europeos, y en concreto los españoles, consigan adquirir la cultura financiera suficiente para discernir a los encantadores de serpientes, de los políticos responsables, llevará mucho más tiempo.

Si esto no lo conseguimos, en el largo plazo, el futuro será bastante más desolador, de lo que ha sido lo vivido hasta el momento. Las políticas económicas de varios partidos de nueva creación, no aportan nada nuevo, con resultados bien conocidos. Sólo hay que mirar a países como Venezuela o Cuba, para saber cómo dejan a la sociedad. Si nos remontamos hacia el pasado encontraremos más ejemplos.

Por tanto toca seguir reformando, sacrificando y por qué no, rezando para que recuperemos el equilibrio entre los ciudadanos y las instituciones, y conseguir el tan ansiado bienestar social, que no se consigue por otras vías.