Ha pasado tan sólo una semana desde que Reino Unido decidiese por referéndum, que quiere abandonar la Unión Europea, y parece que estamos viviendo un mundo completamente distinto al anterior, del ya histórico día 23 de junio del presente año.

Cuando muchos están empezando sus vacaciones estivales en buena parte del mundo, la ciudadanía británica y sus políticos, están inmersos en un caos y desconcierto, que en nada les va a ayudar para tener un futuro como el que se les presentaba, antes del referéndum. España, con el resultado de las elecciones del pasado día 26, ha estado a la altura de lo que se podía esperar de un socio importante, en el Club de los 27, hace una semana los 28, aunque bien es cierto, que falta que se active el art. 50 del Tratado de Lisboa, para comenzar la salida de Reino Unido, con un plazo inicial de dos años.

El triunfo de la derecha y la clamorosa derrota de la extrema radical, en buena parte, gracias al temor que provocó el Brexit, ha supuesto un balón de oxígeno para los dirigentes políticos europeos, que temen el rebrote de los partidos separatistas en distintos países de la Unión Europea. Esperemos que este compás de espera no se desaproveche, se vayan tomando medidas y actuaciones para hacer una Europa más unida y fuerte, porque las próximas citas electorales, volverán a poner a prueba, la estabilidad de la unión.

Como todos coinciden en afirmar, se ha abierto un nuevo horizonte, que aunque llevará años en materializarse del todo, los movimientos se están produciendo con enorme celeridad. En esta primera semana post Brexit, Escocia ya ha puesto las cartas encima de la mesa, al manifestar su deseo de separarse de Reino Unido y volver a entrar en la Unión Europea. En Europa varios países, entre ellos España, están abriendo las puertas de par en par a las entidades financieras que quieran abandonar la City, varias empresas como Vodafone, ya han dejado claras sus intenciones de trasladar su sede fuera de Reino Unido, y esto no ha hecho más que empezar…

El futuro, tras el antes y el después del Brexit, traerá volatilidad en los mercados financieros, pero cada vez parece más focalizado, quienes van a ser los perdedores, quienes van a sufrir efectos colaterales sin una precisión total, en estos momentos y para quienes se abren enormes oportunidades para el futuro.

Cada país, cada empresa, cada actividad y cada persona de la Unión Europea, deberá analizar cómo le va a impactar este nuevo escenario, para limitar el impacto y aprovechar las oportunidades que vayan surgiendo.

En la gestión de las carteras, ahora más que nunca hay que evitar o limitar al mínimo, la exposición a garantías de bancos europeos, al tiempo que su van rehaciendo las carteras con mayor presencia de dólares, oro, deuda americana o alemana y todo aquellos que permita tenerlas cubiertas. Todo esto lo están llevando a cabo la gran mayoría de fondos mixtos de gestoras internacionales, o nacionales independientes, porque su objetivo, más que nunca, es preservar los patrimonios y aprovechar las oportunidades que se puedan, para intentar obtener rentabilidades positivas. Tarea difícil, pero no imposible, aunque todos sabemos que tendremos que soportar más volatilidad y rentabilidades más bajas. Lo fundamental es evitar quiebras o caídas muy importantes de activos que no vayan a recuperarse, porque eso es lo que realmente dañará de forma irreparable los patrimonios.