La reunión de la Reserva Federal americana el pasado miércoles 1 de mayo, se esperaba con expectación, para escuchar las declaraciones del presidente Powell.
Durante todo el mes de abril, a la luz de la fortaleza de los datos sobre la economía americana, los inversores se habían despertado del feliz sueño de una bajada de tipos en junio, por parte de la Reserva Federal americana. Bien es cierto, que esa ilusión, había sido alimentada por la propia institución, desde que el diciembre del año pasado, comunicaron que el proceso de subida de tipos había terminado y que tal vez en este 2024, veríamos varias bajadas de tipos, de hecho anunciaron unas tres bajadas.
El mercado empezó a descontar que sería en marzo, pero ya desde los primeros meses, se comprobó que eso no iba a ser así, por lo que junio paso a ser la fecha prevista. La buena noticia que han estado celebrando los mercados ha sido que la economía americana no entraba en recesión y que no importaba demasiado el retraso en el recorte, siempre que las empresas siguiesen cumpliendo con sus expectativas de beneficios.
El pasado mes de abril, con el aumento de las tensiones geopolíticas entre Irán e Israel, hacían temer una subida del petróleo, que todavía complicase aún más, meter en cintura la inflación, sobre todo en EEUU, que parece resultar la más pegajosa. El temor para muchos expertos, estaba en que la Reserva Federal no sólo no bajase tipos en los próximos meses, sino que incluso llegase a subirlos.
En la reunión celebrada esta semana Powell ha admitido que se han confundido en sus previsiones sobre el control de la inflación, que de momento no está siendo así, lo que implica que no hay fecha para la bajada de tipos. La buena noticia ha sido el anuncio de que los tipos de interés no van a subir, lo que ha supuesto un respiro para los inversores, que veían con temor esa posibilidad. A partir de ahora, seguirán analizando los datos, para ver en que momento la inflación se va doblegando y comenzar las bajadas de tipos.
Powell dejó claro que aunque las elecciones americanas, sean en noviembre, ellos no se van a ver condicionados para bajar tipos antes, demostrando con ello su independencia, respecto al gobierno americano.
En cuanto a los datos macro, el que más les va a guiar es el del empleo. Teniendo eso presente, resulta alentador, que el dato mensual publicado, acaba de reflejar que ha aumentado el desempleo americano en mes pasado hasta el 3,9%, cuando se esperaba que se mantuviese en el 3,8%.
Aunque es pronto para lanzar las campanas al vuelo, lo cierto es que ese dato, es un respiro muy necesario para los mercados y para la propia Reserva Federal.
Algunos expertos consideran que el objetivo de inflación del 2% que se ha marcado la FED no es realista, por las nuevas dinámicas de las economías, por lo que tal vez deba también cambiar de opinión sobre ello y empezar a bajar los tipos antes de alcanzar ese objetivo.
El dato del crecimiento del PIB americano del primer trimestre del año, por debajo de lo previsto y el ligero aumento del desempleo, al menos van a dar fuerza a la afirmación de que no van a subir los tipos, algo que no estaba en ninguna estrategia prevista para este año, lo que mantiene las buenas expectativas, tanto para los activos de renta fija como para los de renta variable.