La proximidad del techo de los tipos de interés, se haya conseguido, o estemos próximos a hacerlo, está provocando que todas las estrategias de inversión tengan como favorita a la renta fija.
Hace más de 15 años que esto no sucedía, y tras las caídas del pasado año, una media del 16% para la renta fija internacional, han abierto un abanico de oportunidades, que se están poniendo de manifiesto en las recomendaciones, así como en las alternativas que se ofrecen a los inversores.
Las oportunidades que hay por delante, están provocando que el comentario general sea que es el momento de cargar las carteras de renta fija, porque la rentabilidad que se puede ya obtener por cupón, compensa la volatilidad que se puede producir hasta confirmar el techo definitivo de los tipos de interés.
En lo que también coinciden los gestores es en afirmar que ahora es el momento de comprar activos y componer las carteras, porque dentro de un año, los tipos no serán atractivos como en estos momentos. De ahí que acertar con la duración del vencimiento de la renta fija en la que se invierta, es decisivo para aprovechar todas las oportunidades que este momento histórico pone al alcance los inversores.
Los ahorradores que inviertan en depósitos o en letras del tesoro, cuando su horizonte temporal de inversión puede ser mayor a un año, serán los grandes perdedores, al desaprovechar el enorme abanico de posibilidades que se plantea. Todo esto nos permite poder afirmar, que estamos con la renta fija de moda, con la certeza de que es realista y no inventada.
La pregunta es si esta moda será pasajera o se mantendrá en el tiempo. La respuesta es que esta moda no va a ser pasajera, sino que la renta fija ya ha vuelto para dar alegrías a los inversores y poder recibir retribución en sus plazos más cortos y más largo, en función de si los tipos de interés van a subir o bajar, en cada momento de los ciclos económicos. Esto ya era así antes e 2008, lo que supone una normalización de la rentabilidad que se puede obtener para las carteras, en su parte más estable.
Con la renta fija de vuelta, hay que recordar que es el mercado más grande del mundo, al tiempo que el más complejo, de ahí que sea necesario tener a los mejores gestores, así como la mejor estrategia en las carteras, no perdiendo de vista el horizonte temporal. En el momento actual, los fondos que estén más diversificados, entre activos gubernamentales y corporativos, así como por regiones geográficas, serán los que mejor comportamiento tengan en los próximos años. Los que tengan duración más larga, entre 4 y 5 años, serán a su vez los que más rentabilidad obtengan, mientras que los de plazos más cortos, entre 1 y 3 años, tendrán rentabilidades atractivas, pero muy inferiores a los de duraciones más largas. Las duraciones más largas, permitirán obtener algún ejercicio con rentabilidades superiores al 10%.
De ahí la importancia de elaborar muy bien las estrategias de renta fija y sentarse a esperar, porque la rentabilidad vendrá sola.
Cuando los tipos hayan bajado, las rentabilidades que se pueden obtener serán inferiores y los fondos con más duración, correrán el riesgo de encontrarse con pérdidas, mientas que los de duraciones más cortas, serán un refugio claro para consolidar lo obtenido en los próximos años.
Esta infalible estrategia, exige a los inversores estar en manos de los mejores especialistas y no de los vendedores de lo que está de moda, que como siempre, los daños los sufrirá el inversor.