Cuando el conflicto en Ucrania pareció que iba a verse afectado por una intervención militar de Rusia, los mercados financieros reaccionaron con recortes importantes en la sesión del lunes, como suele ser habitual en situaciones similares. Las bolsas mundiales cayeron con fuerza, las primas de riesgo se dispararon en los países periféricos y algunas materias primas, sobre todo agrícolas, vieron subir de forma importante sus precios.

En ese momento, en los mercados se pensaba que tendríamos varias sesiones de recortes, ante el segundo susto del año, tras el sufrido en enero con la crisis de las divisas de algunos países emergentes. La sorpresa se produce tan sólo 24 horas después, cuando los mercados se recuperan con mayor fuerza que la que había provocado las caídas. El Gobierno Ruso tuvo que retirar de inmediato sus tropas, ante la presión de los mercados financieros, desplomando su divisa y su bolsa, por lo que tuvieron que subir tipos de forma contundente e inmediata, para evitar males mayores.

En otras ocasiones, aún con esa actuación del Gobierno Ruso, el mercado hubiese estado varios días con la incertidumbre de si la amenaza habría pasado definitivamente o no. En esta ocasión, se centraron en valorar los buenos datos macroeconómicos de las distintas potencias mundiales, demostrando un signo de madurez, que varias gestoras han querido resaltar esta semana.

En esa misma dirección tenemos que apuntar la reacción de los mercados a la decisión del Presidente del Banco Central Europeo, cuando el jueves mantuvo los tipos en el 0,25% y no puso en práctica ninguna medida adicional para luchar contra la posible deflación en la Zona Euro. Para Mario Draghi la inflación baja, no la considera actualmente un problema, porque cree que el crecimiento de la Zona Euro es consistente, aunque Italia y Francia no estén precisamente en su mejor momento. La decepción de los mercados ante la decisión, en contra de lo que esperaban y al margen de la presión que habían estado ejerciendo los días previos a la reunión, no provocó caídas en las bolsas, aunque si tuvo impacto que la cotización del euro, al fortalecerse contra el dólar hasta niveles máximos de los últimos años, situándose en 1,39. Muchos gestores siguen confiando en que el dólar se fortalezca este año hasta niveles próximos al 1,25, pero en principio, todo apunta a que tendrá que ser el crecimiento económico de EEUU el que lo provoque, más que las actuaciones del Banco Central Europeo.

Estos ejemplos de madurez en los mercados que hemos vivido esta última semana, ponen de manifiesto lo que el propio Mario Draghi declaró hace unos meses, al afirmar que los mercados entendían mejor sus actuaciones y sus palabras, que en tiempos pasados. Esta crisis que ya lleva con nosotros más de 5 años, está demostrando a muchos líderes políticos mundiales la fuerza y poder que tienen los mercados financieros, hasta el punto de obligarles a rectificar sus políticas, para mantenerlos tranquilos y que no empeoren la débil situación económica de muchos países desarrollados.

La moderada reacción de los mercados y su pronta recuperación, sin duda ayudan a que los avances conseguidos en el crecimiento de la economía global no se vean truncados, algo decisivo para evitar que no hayan servido de nada, todos los sacrificios y reformas que se están haciendo en muchos países.

El hecho de que las gestoras de fondos de inversión y muchos analistas, consideren claramente a la renta variable como el activo ganador para este año, también está ayudando a que las caídas bursátiles se recuperen muy rápido, porque son vistas más como una oportunidad de compra a mejores precios, que una amenaza que provoque salidas masivas, para refugiarse en otros activos.

No obstante aún estamos a comienzos de año y las incertidumbres son muchas para los próximos meses. Además tendremos que estar muy atentos a la llegada del mes de mayo, las elecciones en Europa, así como esos meses del año, donde los mercados suelen sufrir más, que a partir de octubre. El año pasado cumplieron el guion, con las declaraciones del Presidente de la Reserva Federal Americana, confirmando la cercanía de la retirada de los estímulos a la economía, y provocando la salida de importantes cantidades de dinero de los mercados emergentes, que encontraron como destino, las bolsas americanas, europeas y por supuesto la española.

Por todo ello la prudencia debe imperar en la toma de posiciones de renta variable, así como no perder de vista que la diversificación, tanto por mercados como por gestoras, es fundamental para proteger la cartera de posibles sorpresas o contratiempos, que hagan aumentar la volatilidad de los mercados e incluso caídas algo más prolongadas, que las que hemos visto hasta el momento.