Cuando hemos llegado a la mitad del mes de mayo, todo apunta a que como ya adelantaban los expertos, no iba a ser un me apropiado para vender activos en los mercados, sino más bien todo lo contrario.
La cita clave de la semana se esperaba que fuese el IPC en EEUU y no decepcionó, en cuanto a las expectativas generadas. La tasa de inflación rompió su racha de subidas, con un recorte hasta el 3,4% de la inflación general y hasta el 3,6% en la subyacente.
Los recortes del mes de abril y la momentánea calma en los conflictos geopolíticos, suponían un caldo de cultivo apropiado para que el buen dato, provocase una prolongación de las subidas de los activos de renta variable y de renta fija, que había comenzado a primeros del mes de mayo. Con las abultadas subidas, los principales índices en la Zona Euro, como el Dax alemán ha marcado varios máximos históricos, el selectivo Ibex 35 está en máximos de los últimos años, y los índices americanos también están en máximos históricos.
La esperanza de que los tipos de interés bajen es EEUU durante el verano, ha ido añadiendo adeptos, tanto entre las casas de análisis como en el comportamiento de los activos. No obstante, entre tanta euforia, debe imperar la calma, porque la batalla contra la inflación en EEUU no está ganada, por lo que son precisos varios meses consecutivos de retroceso de la inflación, para que se pueda pensar en ello, tal y como han anunciado desde la Reserva Federal, en todas sus últimas intervenciones.
Con un análisis más detallado de la inflación, los precios en el sector servicios y los de las viviendas, siguen siendo el auténtico caballo de batalla, que habrá que seguir muy de cerca, para realmente comprobar que la inflación se va doblegando. La evolución del empleo semanal, también será muy seguido en los próximos meses.
Para los que temían que la economía americana se fuese ralentizando más de lo esperado, sin que la inflación se doblegase, han tenido esta semana un esperanzador dato de ventas minoristas, que se han mantenido, lo que es interpretado como que la salud de la economía, sigue siendo buena.
En la Zona Euro la inflación se ha mantenido en el 2,4%, al tiempo que la alemana ha bajado al 2,2% y la española ha subido al 3,3%. Los analistas ya dan por descontado que el Banco Central Europeo va a bajar los tipos en la reunión del 6 de junio, pero consideran que en las siguientes reuniones se mantendrá a la espera de ver que va a hacer la Reserva Federal americana, porque no puede distanciarse excesivamente la política monetaria europea, porque supondría un impacto negativo en inflación y el crecimiento europeo.
Con estas expectativas, los inversores y gestores, que han aumentado sus posiciones durante el mes de abril, con las caídas producidas, ahora están viendo como las subidas del mes de mayo, les han ayudado a superar los niveles marcados a finales de marzo, que eran los máximos del año.
Para los próximos meses, en principio el comportamiento de los mercados debería ser favorable, para quienes tienen carteras diversificadas y de gestión flexible, que es la estrategia ganadora para el actual contexto de mercado.