Para los que llevamos más de 20 años defendiendo y trabajando, para que la cultura financiera fuese en aumento, resulta muy gratificante observar los avances que se van produciendo.

Cada año por estas fechas, la educación financiera tiene su “día de protagonismo”, lo que es apropiado para repasar los logros y avances conseguidos, así como reiterar compromisos para el futuro. Buena parte de los colegios e institutos ya están incorporando en nuestro país, las materias financieras y de emprendimiento, para que las futuras generaciones no adolezcan de las deficiencias, que en estas materias, tienen la gran mayoría de los ciudadanos.

La cultura y los conocimientos en materia económica, financiera y empresarial, requieren de una buena base, porque en caso contrario, pueden quedarse en el olvido. Materias tan complejas, e incluso áridas para algunos, necesitan ser explicadas de forma pedagógica y didáctica, que permitan asentar unos conocimiento financieros básicos. Sería como construir un edificio sobre una roca estable, que permita seguir subiendo en pisos, hasta llegar a convertirse en un rascacielos, para quienes quieran hacer de estas materias, su trayectoria profesional.

Algo que debemos tener muy presente es que en la economía y las empresas, lo importante son las personas. Ellas son las que toman decisiones económicas como gastar, ahorrar, invertir, crear empresas, endeudarse etc… A partir de todas esas actuaciones aparecen los números, los gráficos, las estadísticas etc… Esta realidad nos lleva a la conclusión de que cada persona es responsable directa de su situación financiera y económica personal o familiar, al tiempo que puede influir en las de los demás, si toma decisiones que afectan a los ciudadanos o a las empresas, por estar al frente de cargos públicos o privados en empresas o instituciones.

Por tanto la obligación de formarse desde el punto de vista técnico, y poner dichos conocimientos en práctica, con valores como la transparencia, la responsabilidad o la honestidad, son individuales de cada persona. Los sistemas educativos, los medios de comunicación, las familias, las asociaciones, las fundaciones y las empresas, están cada día más implicados en ayudar en esta tarea, lo que resulta esperanzador para el futuro.

¿Cómo van a evitarse quiebras de familias, empresas o países, si las personas no saben hacer presupuestos, evitar o controlar riesgos, ahorrar, invertir, gestionar correctamente recursos escasos, producir bienes y servicios de calidad, inventar otros nuevos etc…? Esta es la importante y trascendente misión que tenemos por delante, porque todos estamos en el mismo lado, como agentes económicos activos que somos.

Las nuevas generaciones están muy motivados en aprender todo lo que necesiten sobre estas cuestiones, porque se van haciendo conscientes de la importancia de estas materias para su futuro, tras las consecuencias que la crisis financiera de 2008 ha provocado y que todavía sigue causando estragos.

Muchos educadores, niños, jóvenes y adultos disfrutan enormemente adquiriendo estos conocimientos, para ponerlos en práctica y trasmitirlos a los demás. Sin duda, esta realidad es muy esperanzadora para el futuro, que aunque complejo, también resulta apasionante.! Sigamos apoyando la educación financiera y el emprendimiento!