El presidente del Banco Central Europeo afirmó hace meses que la economía española debería desbancarizarse. Con ello quería afirmar el gran problema que tenemos ante la realidad de que la mayor parte del crédito que tienen las empresas, ha venido de los bancos y no del mercado de capitales.

Las palabras de Mario Draghi no han caído en saco roto, tal y como demuestra el hecho de que ya tenemos dos nuevos mercados a los que pueden acudir a financiarse las pequeñas y medianas empresas, al margen del circuito de crédito tradicional de la banca. Acaba de ponerse en marcha el MARF, es decir, el mercado alternativo de renta fija, que se une al MAB, mercado alternativo bursátil. El primero de ellos permitirá financiarse a las empresas a través de emisiones de renta fija y el segundo a través de salidas a bolsa y ampliaciones de capital, principalmente.

A través de ambos mercados, se pone directamente en contacto a las empresa y los inversores, para que el ahorro pueda ser más productivo, al canalizarlo directamente hacia la economía real. Como dato de referencia, podemos decir que en la primera economía del mundo, EEUU, el 80% de la financiación de las empresas se recibe del mercado de capitales y sólo un 20% de la entidades de crédito. Con ello podemos hacernos a la idea del largo camino que debemos recorrer.

La asfixia que la falta de crédito bancario está provocando en las empresas, está haciendo que se vayan poniendo en marcha múltiples iniciativas encaminadas a esa desbancarización de la economía española. El principal obstáculo es la falta de experiencia en este campo, tanto para las empresas, como para los profesionales y los ahorradores. En un país en el que la educación financiera ha sido nula, dónde el espíritu emprendedor nunca se ha potenciado y donde la gran mayoría de los ahorradores, ni siquiera saben lo que es el mercado de capitales, habrá que trabajar mucho para conseguirlo.

Los avances serán más rápidos si las empresas cambian radicalmente su forma de gestionarse, para ser más transparentes y ganarse la confianza de los posibles inversores, que necesiten para financiarse. La mejora de la comunicación hacia el exterior, pasa a convertirse en una necesidad. De ahí que toda empresa necesitará, más que nunca, un buen departamento de comunicación dirigido a potenciales  o actuales inversores. La confianza y la buena gestión, con una eficiente comunicación, serán la clave para tener éxito en el futuro.

Además les ayudará que los ciudadanos aumenten su cultura financiera, de ahí la importancia de seguir apoyando el impulsando el Plan de Educación financiera, que en España lidera la CNMV y el Banco de España, dentro de un marco internacional, promovido por la OCDE y el G-20. La educación financiera desde niños es absolutamente imprescindible, acompañada de valores como la honestidad, el esfuerzo o la responsabilidad, al tiempo que los jóvenes y adultos, hacen los esfuerzos necesarios para adquirir esos conocimientos que nunca se les enseñaron, pero que ya es indudable, que son necesarios para salir de la crisis como celeridad y fortaleza.

A medida que vayan siendo más numerosas las empresas que acudan a esos mercados, con proyectos exitosos que permitan ganarse la confianza de los inversores, su crecimiento será mayor, lo que permitirá cumplir el objetivo de conseguir una mayor eficiencia en la financiación de las empresas, que las proteja de situaciones de insolvencia bancaria tan grave como la que estamos viviendo, que a su vez les afecte en sus estrategias.

No olvidemos que el objetivo final es luchar contra el paro, que sólo el sector privado va a poder bajar la tasa tan alta que tenemos y que para ello habrá que reconvertir la forma de hacer negocios en España.

Una vez más debemos afirmar ,que la responsabilidad para conseguirlo, es de toda la sociedad y que cada uno de nosotros deberá estar a la altura de lo que las circunstancias actuales exigen.