A punto de cerrar el veraniego mes de julio, los inversores se han repuesto del susto que los mercados les dieron a finales de mayo, y sobre todo durante el mes de junio. Las ganancias en las principales plazas bursátiles del mundo, se reflejan en las carteras diversificadas, con subidas destacables.

Ahora resulta que algunos consideran que se han malinterpretado las palabras del Presidente de la Reserva Federal estadounidense el pasado mes de mayo, y que provocaron una auténtica tormenta en los principales activos y mercados del mundo, asustando a los inversores, dado que las principales estrategias de inversión, se vieron afectadas con caídas en sus valoraciones. Algunos inversores llegaron a pensar que algo grave estaba pasando, dada la magnitud de la reacción del mercado.

El propio Bernanke ha tenido que salir al paso, haciendo declaraciones que tranquilizasen al mercado, afirmado que si la economía se ve afectada por la retirada de los estímulos, no tendrá problema en aplicarlos de nuevo.

Apaciguados los ánimos, el relevo lo han tomado los buenos resultados empresariales, que han llevado a los índices americanos de nuevo a máximos. En España ha sentado muy bien el hecho de que los datos macroeconómicos siguen reflejando que las medidas del Gobierno van surtiendo efecto, que aunque todos ellos inviten a la prudencia, dado que el camino es largo y complicado, lo cierto es que animan a los inversores, lo que ha provocado que el IBEX 35 esté de nuevo en el terreno positivo en lo que va de año.

Este mes de julio se cumple un año desde que el Presidente del Banco Central Europeo se plantase ante los que especulaban con la desaparición del euro, y los echase del mercado, al afirmar que haría lo que fuese necesario para proteger la divisa europea. A partir de ahí, todo ha ido mejorando gradualmente. También se cumple un año desde que la prima de riesgo española llegase a máximos históricos en torno a los 650 puntos básicos, el bono a 10 años en 7,4% y el fantasma del rescate como una realidad que asustaba bastante. Ahora la tenemos incluso por debajo de 300 pb y el bono está ligeramente por encima del 4%, lo que alivia bastante a la financiación de las empresas y el Tesoro Público.

Atrás han quedado aquellas situaciones dramáticas, desde el punto de vista económico, que parece hemos olvidado, cuando tanto nos cuesta acoger de forma esperanzadora las buenas noticias que llegan por doquier. Incluso los indicadores adelantados parecer predecir que Alemania podría estar creciendo de nuevo, lo que tiraría de todos nosotros en Europa.

Aunque todo esto sea cierto, no lo es menos el hecho de que las cosas no están para bajar la guardia, sino para descansar lo que se pueda durante el verano, y seguir luchando cada día para ser más competitivos y eficientes, evitando que nos aplaste el peso del ambiente o el pesimismo de los inciertos resultados, a tanto esfuerzo y sacrificio.