Los caminos que elegimos en nuestra vida, son, con poco margen para la duda, los que nos llevan a determinados destinos, aunque no seamos conscientes de ello: ¿caminamos hacia éxito o hacia el fracaso?, ¿caminamos hacia la verdad o hacia la mentira?, ¿ caminamos hacia la construcción o la destrucción de lo que nos rodea?…

 

Aunque parezca un poco cruel, comenzar la vuelta de vacaciones intentando ayudarles a hacer un ejercicio profundo de reflexión y pensamiento, lo cierto es que, posiblemente, sea el mejor momento del año. Todo lo que está pasando en los mercados financieros, en nuestra sociedad en general y posiblemente en nuestras vidas, requiere de un análisis sosegado, valiente y bien fundamentado. Las decisiones que tomamos, por insignificantes que parezcan, tienen consecuencias favorables o desfavorables para nosotros. Unas en el corto plazo y otras en el largo plazo ,verdad, que muchas veces olvidamos analizar, antes de actuar.

La precipitación e incluso intensidad, con la que suceden muchos de los acontecimientos que observamos, nos obligan apararnos, para evitar ser arrollados e incluso dañados, antes de tomar decisiones, que realmente sean importantes. Haciendo alusión a alguno de los que hemos vivido en estos últimos meses, podemos fijarnos en las fuertes caídas de los mercados financieros el mes de agosto. Una decisión equivocada puede ser el dejarse llevar por el miedo, sin tener en cuenta las opiniones de la gran mayoría de los expertos, para los que en el fondo, nada importante ha cambiado, respecto a lo pensaban hace un par de meses.

En el plano político podemos preguntarnos, cuál habría sido el destino de nuestro país, si lo sucedido en las elecciones de mayo, hubiese sido en unas elecciones generales. Volvamos un momento la vista hacia lo sucedido en Grecia en julio. Aunque aquí estamos hablando de una hipótesis y de dos países difícilmente comparables, encontraremos información muy útil, para poder vislumbrar lo que nos podemos encontrar, según el camino político que elijamos a finales de año.

En el ámbito personal o profesional, les sugiero que analicen si deben tomar la iniciativa en algún aspecto concreto, para ayudarles a iniciar un camino más certero o enderezar el que ya llevan transitando hace años, pero que necesita de algún ajuste, para evitar salirse del mismo o afianzar su compromiso con seguir por él. En casi todas las circunstancias, la valentía suele ser la compañera imprescindible, sobre todo cuando son decisiones que implican cambios importantes, con la incertidumbre que ello conlleva.

Los obstáculos que nos vamos a encontrar son múltiples e incluso comunes para la gran mayoría de las personas: prejuicios, vanidad, miedos, incertidumbres, hábitos, educación etc… La diferencia y particularidad se encuentra el enfoque individual, ante las mismas circunstancias.

El mundo financiero, y el mundo en general, cada día nos parece más complejo, porque realmente es el reflejo de una sociedad en trasformación, que requiere de nuestra adaptación, en un espacio de tiempo más corto, al que han tenido otras civilizaciones o culturas para hacerlo. De ahí el vértigo que sentimos en muchas ocasiones, pero para el que estamos muy preparados para superarlo e incluso aprovecharlo a nuestro favor. Elijamos los caminos que nos llevan al éxito, la verdad o la construcción, porque otros ya los han transitado o porque utilizamos los valores y habilidades que nos permitirán hacerlo.