No se trata de un encuentro deportivo, sino de la batalla política desatada ante los intentos del nuevo Gobierno griego, de cumplir con sus promesas electorales.

La tragedia o el culebrón de Grecia, entrará en la recta final la semana próxima. No hay que olvidar que el viernes día 28 expira el plazo del segundo rescate, y a partir de ahí se abre un nuevo escenario. Si llegan a un acuerdo con Bruselas, es decir, con Alemania, estaríamos ante un nuevo rescate o una fórmula intermedia, para ganar tiempo y formalizar las futuras ayudas que Grecia necesita para superar su dramática situación. El segundo escenario sería que no llegasen a un acuerdo y que expirase el plazo. En este hipotético caso, el drama griego se antoja asfixiante para ellos. Habrá que ver cuánto son capaces de aguantar sin liquidez, con el dinero saliendo como una hemorragia descontrolada, y sin un futuro claro.

España es, junto con Alemania, el país más crítico y duro, respecto a las pretensiones de los griegos. Excepto quienes quieren para nuestro país ese tipo de suerte, el resto de los ciudadanos y políticos, están por la labor de llevar a Grecia hasta sus últimas consecuencias, para que sean dueños de su funesto destino, si pretender romper las reglas del juego. Por el contrario, Francia e Italia son están tan beligerantes, porque no han sido precisamente un modelo de reformas, como si lo ha sido nuestro país.

Hay quienes piensan, que la salida de Grecia del euro sería muy bueno para el futuro de la Zona Euro, porque se llegaría a la necesaria convergencia fiscal mucho más rápido. Países como Francia o Italia, tendrían que esforzarse en sus reformas estructurales, para no ser ellos “los últimos de la clase”, dado que ahora toda la presión está centrada en Grecia y no en ellos.

La duda sobre cómo se lo tomarían los mercados financieros, para muchos es un tema descontado y que no debería impactar de forma alarmante, no viendo contagio en ningún caso en los países periféricos. Portugal ya está devolviendo deuda, sus cuentas van mucho mejor, y ni que decir de España, que somos junto con Alemania las locomotoras de la Zona Euro.

Sin duda estamos en un apasionante debate, que puede ayudar a fortalecer la Zona Euro, porque de lo que se está hablando  y por lo que se está luchando, es por defender la fortaleza, solvencia y futuro, de todos los ciudadanos europeos, independientemente del país al que pertenezcan. Posiblemente es la primera vez en la historia de la moneda única, en la que hay una lucha común, por mantener una identidad, que hasta ahora nunca había sido defendida con tanta pasión e interés.

Por los sacrificios que nosotros hemos hecho, por la dinámica que hemos cogido y porque siempre hemos querido estar entre los ganadores, es por lo que España se enfrenta a Grecia con la vehemencia que lo está haciendo, como si se tratase una final deportiva en la que nos jugamos nuestro honor como país. Esperemos que el desenlace sea el mejor para los que nos lo trabajamos cada día, porque sin duda, Grecia tiene todavía mucho que demostrar para seguir en el club de los países del euro.