El presidente del Banco Central Europeo tendrá un primer trimestre de 2015 muy complejo, a tenor de la situación económica europea y su popularidad en los mercados financieros.

Prácticamente nadie esperaba que Mario Draghi hiciese nada en la reunión de esta semana, pero aun así, la confirmación de su inacción, provocó fuertes caídas en los mercados. De todos es sabido el idilio dialéctico que el presidente del BCE tiene con los mercados financieros, desde el mismo momento que llegó a la presidencia, y que cobró su máximo esplendor cuando acabó con los rumores de posible ruptura de la Zona Euro, simplemente con decir, que haría lo que hiciese falta para evitarlo. En la práctica no tuvo nada que hacer. Sus contundentes palabras fueron suficientes para que los mercados confiasen de nuevo y nadie volviese a hablar del peligro del euro.

En los últimos meses, los datos de menor crecimiento e inflación en la Zona Euro, han llevado a los mercados a nuevas incertidumbres, que cotizaron a la baja en las bolsas, pero que han encontrado la senda de la tranquilidad y recuperación, de nuevo en las palabras del presidente del BCE, ante la posible aplicación de medidas de ayuda cuantitativa, al estilo de la Fed de EEUU. No obstante a medida que pasan las semanas, las dudas de que eso se haga efectivo, así como la posible eficiencia de la misma, se está poniendo en serias dudas, por algunos economistas, e incluso por el propio Mario Draghi, que se ha dado hasta enero, para analizar el impacto de la caída del precio del petróleo. De momento ha revisado a la baja los crecimientos económicos y la inflación para este año, así como para 2015.

Las decisiones tendrá que tomarlas en el primer trimestre, y veremos qué impacto tendrá en los mercados, si finalmente no llega el billón de euros que ha insinuado que puede poner en mercado. Tal vez su magia dialéctica, le permita no hacer lo que esperan,  y evitar caídas importantes, ante la decepción que los mercados pueden sentir. La presión de Alemania ya sabemos que va en la dirección de no aceptar la ayuda cuantitativa en los términos anunciados, a lo que Draghi ha respondido, afirmando que no necesita la unanimidad para tomar la decisión. Los últimos enfrentamiento entre los miembros del BCE, así como el enorme poder que ejerce Alemania, no le pondrá fácil el camino a seguir. Todo ello supone una auténtica encrucijada, que promete ser el asunto de mayor interés y trascendencia para la Zona Euro, desde que den las campanadas y hasta que llegue la primavera.

Por lo que respecta a España, el impacto de la caída del petróleo se sigue analizando en términos de mejora para el crecimiento de nuestra economía, como de nuevo ha puesto de manifiesto el Ministro de Economía, Luis de Guindos. No obstante, el tema de actualidad que nos invade por doquier, es el consumo para las próximas Navidades. Más facilidades en la financiación, mejores expectativas económicas y de empleo, así como la necesidad de intentar dejar atrás la crisis financiera, hacen que pueda repuntar respecto al año anterior. Lo deseable es que las familias sean conscientes de que los gastos y el consumo de estas fechas, debe ajustarse a sus presupuestos familiares, para mantener hábitos financieros saludables, que siempre deben imperar, pero más aún en estas fechas.