La cuestión es la pregunta que se hacen de forma recurrente los ahorradores, que no es otra distinta a la conocida frase de: ¿dónde puedo colocar mi ahorro para que esté seguro, obtener rentabilidad, pagar menos impuestos y disponerlo cuando lo necesite?
En el fondo de la cuestión, sin duda, está la necesidad de cuidar de unos ahorros ganados con mucho esfuerzo y que cada día tenemos más claro que serán imprescindibles para el futuro.Sólo lo pondrán en duda, aquellos que estén ajenos a la realidad de los asuntos económicos, tanto a nivel nacional como internacional, y por supuesto individual. Tampoco contaremos con quienes poseen patrimonios enormes, que consideran, erróneamente, que los mantendrán para siempre.Por tanto la gran mayoría de los ciudadanos se hace la citada pregunta, y la respuesta contundente son los fondos de inversión. El matiz es que no todos los fondos de inversión son iguales en su interior, aunque la carcasa se denomine igual, y ahí es donde entra el componente de cultura financiera y asesoramiento financiero independiente, para conseguir la máxima eficiencia en la gestión, a través de los fondos de inversión.Esta semana, Inverco ha publicado las cifras que se gestionan en fondos, que sin duda nos explican muy bien de dónde venimos y hacia dónde vamos. En el año 2006, es decir, antes de que comenzase la devastadora crisis, las gestoras nacionales tenían unos 254.000 millones de euros bajo gestión. A fecha de marzo de 2014 gestionan unos 165.000 euros, es decir, han perdido casi un 40% de lo que llegaron a gestionar. Por el contrario, las gestoras internacionales, que en 2006 tenían bajo gestión unos 44.000 millones de euros, a marzo de 2014, gestionan en torno a 70.000 millones de euros, es decir, en torno a un 60% más. Otro detalle importante del informe, está en que entre las gestoras nacionales, la gran mayoría dependientes de bancos, el 24% de los saldos están en fondos garantizados y un 34% en fondos que invierten en deuda y monetarios. Todo ello en algo más de 7 millones de personas, por lo que se estima, que 3 de cada 10 familias, tienen fondos de inversión.

A la vista de toda esa información, podemos llegar a las siguientes conclusiones: La primera es que las gestoras internacionales, seguirán creciendo de forma exponencial en los próximos años, de hecho cada día son más las que están llegando nuevas a nuestro país, para distribuir sus productos. Su crecimiento vendrá ayudado por las buenas rentabilidades obtenidas por muchos de sus productos durante la crisis, por unos mercados que favorecen invertir en renta variable para obtener buena rentabilidad y por una mayor cultura financiera entre los inversores españoles.

La segunda conclusión es que las gestoras nacionales dependientes de los bancos, seguirán considerando al fondo de inversión como un producto temporal, para evitar fugas de activos cuando cae la rentabilidad de los depósitos, y con el objetivo de obtener las mayores comisiones posibles, ofrecerán principalmente a sus clientes, fondos gestionados por ellos,  garantizados o la nueva versión, llamada fondos objetivo. Para poder decir que comercializan fondos de gestoras internacionales, puede que algún ahorrador afortunado, tenga posibilidad de acceder a ellos, pero será en un número muy reducido, y ante la presión que pueda ejercer frente al banco, de llevarse sus ahorros a otra entidad. El asesoramiento independiente no existirá y por tanto el cliente que se deje llevar, seguirá siendo rehén de la entidad bancaria, más interesada en sumar ingresos que en cuidar de sus intereses.

La tercera conclusión es que el número de inversores con cultura financiera, cada vez irá en aumento. No se dejarán  llevar fácilmente por las estrategias de los bancos tradicionales, e irán demandando un servicio independiente, más transparente y flexible, que les permita tener el control de sus asuntos financieros, con la ayuda de profesionales de primer nivel, tanto desde el punto de vista técnico como humano.

Toda esta transformación a la que asistiremos en los próximos lustros, saneará buena parte de las finanzas de muchas familias, al tiempo que permitirá a muchos profesionales honestos, estar en el mercado financiero con una profesión en auge, la del asesoramiento financiero independiente, en la que todas las partes saldrán ganando, porque tienen los intereses alineados.