Las citas electorales del próximo domingo, son realmente decisivas para lo que pueda suceder durante todo el nuevo año, tanto en los mercados financieros como la gobernanza de la Zona Euro. Por tanto la expectación es máxima.

Lo que todos sabemos es que la palabra “populismos” es la palabra de moda, junto con el nombre Trump. Ambos causan temores en todo el planeta y generan innumerables incertidumbres. El referéndum de Italia se antoja lo más decisivo antes de que acabe el año, por las consecuencias que puede tener para la banca del propio país, por contagio el resto del sector financiero de la Zona Euro, como para el Gobierno italiano, y por extensión para el conjunto de la Zona Euro.

Recordemos de Renzi está preguntando a los italianos si permiten que se lleve a cabo una reforma constitucional, que suponga recortar poder al Congreso italiano. En principio la respuesta debería ser favorable, para una República, que en 70 años de vida, ha tenido 63 gobiernos distintos, fruto de la complejidad que supone un gobierno, en el que ambas cámaras, Congreso y Senado, tiene cuotas de poder muy similares. Por tanto el escenario ante la respuesta positiva sería un gobierno reforzado que podrá llevar a cabo las reformas necesarias para cumplir con las exigencias de Bruselas y el saneamiento de la banca italiana.

Si la respuesta es negativa, nadie sabe con certeza que va a pasar. Lo único que está claro, es que se abrirá un nuevo período de incertidumbres, que afectará a mercados financieros y gobiernos de toda la Zona Euro. Además se interpretará como que el populismo se extiende imparable y ello condicionará las importantes citas electorales de 2017, tanto en las campañas que lleven a cabo los distintos partidos que aspiren a llegar al poder, como los que actualmente lo detentan, que se verán muy condicionados.

En esta ocasión, a diferencia de otras, los medios de comunicación apenas se hacen eco de encuestas sobre los posibles resultados. Tal vez, las decepciones de todas las anteriores, ha frenado el protagonismo que se les daba. De las pocas que hay, alguna opinión afirma que posiblemente los italianos quieran castigar a Renzi, que ha garantizado que si sale un no, dejará el Gobierno. Si eso fuese así, por supuesto que Renzi se vería castigado, pero los italianos y el resto de europeos también.

De Austria se habla menos, porque sus resultados electorales son más en clave interna que con impactos inmediatos en el resto de países.

En cualquier caso, nos vamos de fin de semana, una vez más con la atención puesta en unas elecciones y volveremos el lunes para analizar el resultado, así como el impacto. No duden que salga lo que salga y a las puertas de las fiestas de la Navidad, el resultado afectará en el ánimo de los ciudadanos y por ello, en cómo van a vivir la próxima Navidad.