El pasado día 18 de septiembre, la Reserva Federal Americana ha comenzado la bajada de tipos de interés, con un recorte del 0,5%, llevándolos hasta el 5%.
Esto marca un hito muy importante, dado que es el comienzo de una serie de recortes de tipos que se van a ir produciendo, hasta dejarlos en torno al 3%, bien sea en 2025 o en 2026. Este hecho, hace comience el final del ciclo virtuoso de la renta fija, que comenzó en el año 2023, cuando finalizó la subida de tipos más intensa y en el menor espacio de tiempo, que se recuerda, en la historia reciente.
Con esta bajada de tipos se produce la normalización de un ciclo económico, tal y como se entendían antes de la crisis financiera de 2008, que llevó a los tipos de interés a niveles cero e incluso negativos, para evitar colapsos importantes en la economía mundial.
Los ciclos de bajadas de tipos provocan que tanto los activos de renta fija, como los de renta variable, tengan un comportamiento favorable en las carteras de inversión.
Los datos financieros del ahorro de los españoles, nos dice que entre finales de este año y comienzos del próximo, en torno a 1 billón de euros, va a vencer en depósitos, que ya se ha perdido la rentabilidad excepcional conseguida en renta fija, que en algunos casos llega al 16% y la media supera el 8%. Si todos esos ahorradores, siguen cometiendo el mismo error, cuando se quieran enganchar al carro de este excepciona ciclo, ya será demasiado tarde.
Por tanto, ni los depósitos a plazo, ni los seguros de ahorro, ni los activos a corto plazo, como las letras del tesoro o los fondos de dinero, permitirán aprovechar las bondades de la fase final del ciclo. Los ahorradores que se lo pierda, verán menguar su patrimonios de forma significativa, tanto por lo dejan de ganar, como por el impacto de la inflación, como los impuestos que van a pagar, en el caso de los depósitos o las letras.
A partir de ahora, prestaremos mucho atención en los próximos meses, hasta donde van a bajar los tipos y en que momento, para dar por finalizado este ciclo. A partir de ese instante, los tipos permanecerán sin cambios, hasta ver como evolucionan las economías y la inflación. Cuando estos, de nuevo vuelvan a dispararse, los bancos centrales empezarán a subir tipos, lo que nos llevará a un aumento de la volatilidad y a una gestión más meticulosa, porque el entorno no será tan favorable como el actual.
Los ahorradores que quiere subirse a este tren, dentro de un año o año y medio, llegarán tarde, lo que les supondrá tener que asumir más volatilidad para conseguir rentabilidades más bajas, e incluso tener que soportar algún año de pérdidas, sobre el capital invertido.
Los inversores que aprovechen este ciclo, tendrán acumulada una rentabilidad, que les va a permitir afrontar con éxito y menor sufrimiento, las subidas de tipos, cuando llegue.
Recordemos que mirar por el retrovisor en el mundo de la inversión, siempre es un error grave, porque lo que hay que hacer es mirar hacia adelante, para saber cuanta rentabilidad se puede obtener y cómo hacerlo.