El Banco Central Europeo ha cumplido con bajar los tipos un 0,25% hasta el 4,25%, tal y como habían anunciado, algo que no sucedía desde hace 8 años.
A partir de ahora surge el interrogante de cuando será la siguiente bajada, porque en sus declaraciones, la presidenta Lagarde, ha dejado claro que no lo tienen encima de la mesa, porque en sus previsiones está que la inflación este año se mantenga en torno al 2,5%.
El hecho de que la economía de la Zona Euro, esté creciendo a niveles de la americana, también es un dato que relaja las prisas por seguir bajando tipos. Por tanto, el banco central ha cumplido con su compromiso, pero se ha liberado de otros posteriores, ante las incertidumbres que existen en torno a la evolución de la inflación, que es el dato macroeconómico que marca los pasos del BCE.
Por otro lado, el hecho de que no tengamos claro cuando van a bajar los tipos en EEUU, hace que la pausa del BCE, este también condicionada por esa realidad. La fortaleza del dólar sobre el euro, que puede provocar la bajada de tipos en la Zona Euro, es una fuente claramente inflacionista, teniendo en cuenta que la energía y muchos productos, se pagan en dólares. De ahí que los expertos estimen que no va a volver a bajar tipos el BCE, hasta que la FED americana, comience su recorte.
Para algunos expertos, este paso del BCE, puede dar el traste con los avances conseguidos en el control de la inflación, pero el hecho de que no se espere que con ello que aumente el crédito, puede suponer una fuente de menor presión sobre los precios. Los recortes en el precio del barril de petróleo también puede ayudar a limitar el impacto de la bajada de tipos en la inflación. No obstante, los próximos meses serán cruciales, para analizar el impacto de este recorte de tipos.
Los ganadores con la bajada de tipos son los inversores que tienen en sus carteras una gestión diversificada y flexible de renta fija. También lo son los tenedores de hipotecas o créditos, que van a ver bajar gradualmente el coste que les suponen. Los perdedores son los ahorradores que están en depósitos bancarios o productos estructurados, que después de impuestos difícilmente van a superar la inflación y además son un coste de oportunidad enorme e irreparable.
El sector bancario, en general, también está entre los damnificados, porque las bajadas de tipos son menores ingresos y con ello menores beneficios, de ahí que durante la semana, ya hayan visto sufrir en sus cotizaciones la realidad del nuevo escenario de la política monetaria del BCE.
Los ahorradores que se hayan perdido las rentabilidades generadas por los activos de renta fija, hasta esta primera bajada de tipos, que en los últimos 12 meses ha sido superior al 10% en muchos casos, tienen la última oportunidad de aprovechar el extra que se puede obtener en renta fija, hasta que los tipos de interés bajen hasta lo que se conoce con el nombre de “umbral de equilibrio”, que será el nivel en el que el BCE ya no va a bajar más los tipos.