La inflación está dando síntomas de ir acercándose de forma gradual al objetivo marcado por los bancos centrales. Durante los últimos meses, los bancos centrales han estado muy atentos a la evolución de la inflación en su último tramo, porque está siendo más persistente de lo que les gustaría.
Las palabras del presidente de la FED americana, a finales del año pasado, cuando afirmó que los tipos estarían altos bastante tiempo, se está cumpliendo, teniendo en cuenta que estamos pasando el ecuador del año y todavía no hay confirmación de en qué momento van a empezar a bajar los tipos.
El hecho de que durante la presente semana la inflación americana esté sorprendiendo a la baja, con una tasa del 3% en la general y del 3,3% en la subyacente, está sorprendiendo de forma favorable a los mercados y a los analistas. Si se analiza la inflación en el segundo trimestre, la subida sería tan sólo del 1,1%, un nivel inferior al objetivo del 2% de la FED. El cálculo de las probabilidades de bajada de tipos en septiembre, ha subido del 70% al 92%, tras conocerse el dato de inflación.
Otra consecuencia inmediata en la sesión del jueves, ha sido la caída en las cotizaciones de los grandes valores, y la migración de inversores a pequeñas compañías, que se van a ver favorecidas por las bajadas de tipos, al ver reducirse los costes de financiación que tienen. De ahí que tanto en índice tecnológico americano, el Nasdaq y el global S&P 500, hayan perdido los niveles de máximos históricos que habían conquistado esta misma semana.
En la Zona Euro, en la presente semana hemos conocido que la inflación de Alemania y Francia ha bajado al 2,2%. El BCE por su parte, ya comenzó la bajada de tipos de interés en un 0,25%, el pasado mes de junio, y no podrá seguir con esa senda, hasta comprobar como va evolucionando la inflación durante los meses de verano, al tiempo que empiece la FED con sus recortes.
Mientras tanto, el Euribor, el índice de referencia para hipotecas, créditos y préstamos, ha seguido bajando, lo que supone un alivio en las hipotecas que se vayan revisando. También tiene un impacto directo en las hipotecas nuevas, que están dejando atrás las categorías mixtas, para contratarse más a tipo fijo, adelantando la mejora que se espera para los tipos de interés en los próximos meses.
En los mercados de capitales, los activos de renta fija siguen dando alegrías a los inversores, que van recogiendo con subidas en precio, las caídas de la rentabilidad de las nuevas emisiones de bonos. Por tanto, en este contexto, las carteras mixtas lo van a seguir haciendo muy bien, como ya está sucediendo, desde el año pasado.
Los grandes perdedores, son los ahorradores que están en plazos fijos o cuentas corrientes, o los inversores que han contratado productos de rentabilidad objetivo, que en muchos casos, no llegan ni a la que pagan las letras del tesoro, que por otro lado, también son muy perdedoras, en comparación con los activos de renta fija corporativa o gubernamental con duración superior a un año.
Los cambios de ciclos y las oportunidades que surgen, sólo son aprovechadas por los inversores que cuentan con el mejor asesoramiento y gestión profesional.