Resulta difícil poder abstraerse del bombardeo de noticias políticas que nos invaden desde hace semanas. Comenzamos con las elecciones de Reino Unido, pasamos a las nuestras y ahora el tema de Grecia, que está en la máxima tensión a la que puede llegar, donde pase lo que pase, será una decisión política.

Los mercados financieros y la evolución de las distintas economías, han pasado a un segundo plano. Hasta en la reunión de la Reserva Federal americana, se habló del posible impacto en su economía, de la salida de Grecia del euro, donde lo realmente importante, es cómo va la salud de la primera economía del mundo y cuando van a empezar a subir los tipos de interés.

Que estamos viviendo acontecimientos extraordinariamente complejos es algo indudable. ¿Cuál será el impacto real en la Zona Euro de todo lo que está sucediendo en Grecia?. La respuesta exacta es imposible, pero sea cual sea la solución, el daño ya está causado: mala imagen de la Zona Euro, el impacto en la economía Griega, caídas en los mercados, por las incertidumbres que se van a generar para otros países como el nuestro, al llegar al poder ideologías próximas a las que ahora gobiernan Grecia, repercusiones en las economías…

Dentro de nuestras fronteras, resulta muy esperanzador, que el balance que se hace del primer año de reinado de Felipe VI sea tan positivo. Por algún sitio tiene que empezar la regeneración de nuestro país y posiblemente, la Corona sea el ejemplo que ayude a muchas instituciones a llevarlo a cabo. Para Felipe VI la transparencia es su seña de identidad, junto con la honestidad y la integridad, lo que favorece su popularidad y que muchos ciudadanos quieran ponerlo en práctica.

Por otro lado, los nuevos gestores de lo público, que están llegando a los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, están empezando a mostrar la realidad de sus intenciones, cuando afirman que algunas de las promesas electorales que hicieron a sus votantes, realmente eran sugerencias. Con ello vienen a demostrar que una cosa es postularse para gobernar y otra bien distinta ponerse a gobernar. De esto ya hemos visto mucho en nuestra historia democrática. De lo que no hemos visto tanto, es de la llegada al poder de personas que realmente no saben gobernar.  Se imaginan ustedes un piloto de un avión enorme,¿ que no tiene conocimientos para ello, y además está cargado de arrogancia? El mareo de los pasajeros está garantizado y el caer precipitados contra el suelo o el mar, más que previsible, como alguien no active el piloto automático, si llega el caso. Que se lo preguntes a los griegos, que ya van sabiendo cuales son las consecuencias.

Con todo ello, a la gran mayoría de nosotros sólo nos queda seguir luchando por cumplir con nuestros compromisos y responsabilidades, con la esperanza de que siempre que llovió escampó, que Dios escribe recto con renglones torcidos y que no hay mal que 100 años dure. El humor siempre ha sido un bálsamo que nuestra sociedad utiliza de forma permanente, y ahora más que nunca, debe ayudarnos a sobrellevar lo que está sucediendo.