La cita más esperada de la semana fue la reunión del Reserva Federal Americana, dejando en un segundo plano, el aumento de la tensión dialéctica entre el gobierno griego y la Troika.

En ambos asuntos la palabra paciencia, ha sido posiblemente la protagonista. Respecto a Grecia, porque se está tensando tanto la cuerda, que puede que en algún momento, Bruselas o Alemania, pierdan la paciencia, y les abandonen a su suerte, animándoles a que abandonen el euro y sigan su camino. Las próximas semanas despejaremos la incógnita.

La que si ha declarado que se acabó la paciencia es Janet Yellen, la presidenta de la Reserva Federal, que tal y como esperaban la gran mayoría de analistas, ha retirado de forma intencionada de su discurso, la palabra paciencia, pero no la ha sustituido por impaciencia, que es lo que realmente hubiese preocupado a los mercados financieros.

Que la política monetaria americana se encamina hacia un subida de tipos es algo que se maneja en los mercados, desde el año anterior. La certeza es que estamos más cerca de ese cambio, barajándose la fecha de junio como la más probable. La rebaja en las previsiones de crecimiento e inflación, moderan la apreciación del dólar, aunque no es algo que a priori les ocupe demasiado. La fortaleza del empleo y una intención de que la inflación se acerque al 2% en el medio plazo, es la hoja de ruta de la Fed. Buena parte de los economistas coinciden en que las subidas de tipos serán pequeñas y espaciadas, por lo que no deberían impactar seriamente en los mercados financieros, si se mantiene el crecimiento de la economía americana, aunque sea a tasas moderadas.

No obstante la preocupación sobre el impacto real en los activos financieros, es algo que está entre los inversores y analistas, teniendo en cuenta quela bolsa americana lleva seis años subiendo. Si ese impacto se produce, la siguiente pregunta es cómo se lo va a tomar el mercado europeo y los mercados emergentes en general. No hay que olvidar lo relacionados que están, así como el contagio que habitualmente se produce entre ellos.

El hecho de que el Banco Central Europeo tenga previsto lanzar el billón de euros al mercado hasta finales de 2016, como mínimo, así como el hecho de que los tipos no subirán con fuerza en EEUU, hace pensar, que tal vez los mercados no reaccionen de forma brusca y con caídas abultadas, que supongan una amenaza seria a las carteras de inversión para los próximos meses.

Aunque esto es aceptado por la gran mayoría, no debemos olvidar que no estamos ante una ciencia exacta, y por ello la prudencia es fundamental para los inversores. Bien es cierto que hay que aumentar las posiciones de renta variable, sobre todo europea y asiática para los próximos meses, pero siempre con porcentajes que se ajusten al perfil de riesgo de cada uno, y sin que llegue al 100% de los ahorros en ningún caso. La gestión flexible y bien diversificada, se antoja fundamental para el nuevo escenario, que ya ha empezado la cuenta atrás y que llegará en los próximos meses.