Que la situación de la primera economía del mundo está en problemas, es algo que ha cobrado especial relevancia e intensidad en el presente año.
La política de Covid cero que llevaron a cabo hasta comienzos de este año, ha supuesto daños estructurales para la economía China, que sigue acumulando malos datos macroeconómicos, algo que lleva pagando su mercado de renta variable con caídas de los últimos años. En este presente 2023, ya lleva una caída cercana al 9%, mientras que el índice Nikkei en Japón acumula más de un 20%, además de la economía japonesa está creciendo como no lo hacía en décadas.
El último episodio de las consecuencias de la mala situación económica ha sido la quiebra en EEUU del gigante inmobiliario asiático Evergrande. Una empresa que arrastra graves problemas financieros desde hace años y que ahora se ha acogido a la protección de la ley de quiebras en EEUU para evitar el embargo de sus activos.
La semana anterior, los datos de inflación negativos, confirmaba la deflación de la economía, así como un crecimiento económico muy bajo, que ya ha hecho poner en marcha medidas, para intentar revertir la situación. Ante la falta de reacción de la economía, el Gobierno Chino ha decidido bajar tipos de interés hasta el 2,5% para intentar impulsar la concesión de crédito y con ello el consumo y la inversión.
La falta de confianza que su situación está provocando en los mercados de capitales, está haciendo que aumenten las salidas de capital del país, lo que está haciendo que su moneda esté debilitándose con intensidad, por lo que han tenido que tomar medidas las autoridades chinas para intervenirla.
Por otro lado, también se han dado órdenes para que se recompren acciones en el mercado de capitales chino, para intentar de contener el impacto en las cotizaciones.
Recordemos también, que la semana pasado, el Gobierno americano autorizó al secretario del Tesoro para prohibir o restringir las inversiones estadounidenses en compañías chinas de semiconductores, microelectrónica, tecnologías de información cuántica y ciertos sistemas de inteligencia artificial.
El mercado de capitales chino se ha ido abriendo a los inversores extranjeros de forma gradual, y los expertos consideran que su tamaño es relativamente pequeño en el escenario mundial. No obstante sus relaciones comerciales, como el mayor fabricante del mundo, así como de consumo de materias primas, hace que su situación afecte a todos los continentes y a sectores tan relevantes como el lujo.
Con todo ello, el mes de agosto, con menos volumen y con estas incertidumbres, está pasando factura a los índices bursátiles, a la espera de más visibilidad sobre las futuras decisiones de la FED americana, y del BCE, respecto a sus políticas monetarios.
Los malos datos de China contrastan con los buenos de EEUU, que tanto en el consumo como en el desempleo semanal, siguen mostrando un enorme fortaleza, que confirma la desaceleración suave de su crecimiento, al menos hasta estos momentos.