El mes de julio ha dejado atrás subidas en los principales índices del mundo, impulsados por la tecnología y en concreto por la inteligencia artificial, de ahí que los índices americanos sean los que más han subido, con rentabilidades entre el 3 y el 4%.
Respecto a los bancos centrales, ninguna sorpresa, tanto la FED como el Banco Central Europeo subieron los tipos el 0,25% anunciado.
Lo que está causando más revuelo en nuestro país, ha sido el resultado electoral del 23-J, que según los expertos políticos deja a nuestro país en una situación ingobernable. Los economistas ya empiezan a cuantificar los daños más inmediatos y afirman que el retraso en la aprobación de las reformas comprometidas en la cuarto y quinto tramo del Plan de recuperación, por falta de consensos, ha impedido solicitar a la Comisión Europea 10.000 millones que estaban previstos. Por otro lado, el pasado mes de julio tampoco se ha presentado el techo de gasto y los objetivos de estabilidad para 2024, imprescindibles para cumplir con las exigencias de gasto europeas. También preocupa que no se aprueben los Presupuestos Generales del Estado para el año próximo. Los expertos consideran que desaprovechar las oportunidades que hay por delante y no hacer las reformas necesarias, supondrán una grave perjuicio para la economía española.
Al otro lado del Atlántico, en EEUU, el Gobierno de Biden se ha encontrado, con que la agencia Fitch le ha bajado la calificación a la deuda, recortando la triple A. En su informe afirman que lo han hecho por “la erosión en la gobernanza y el deterioro fiscal”
Dicho golpe a la solvencia de la primera economía del mundo ha supuesto un subida de la rentabilidad de la deuda americana y caídas en las bolsas, lo que ha provocado un aumento de la volatilidad, que al encontrarnos en el mes de agosto, con el menor volumen del año, ha agudizado el impacto, llevando a los índices a recortes, que en muchos casos retroceden todo lo ganado el mes anterior o incluso algo más, como en el caso del selectivo español, que el mes pasado apenas subió un 0,51%, mientras que en los recortes semanales, caía más de un 3%.
Una vez conocido el dato de empleo americano y tras los recortes de sesiones anteriores, los mercados han vuelto a las subidas, estimando que realmente está sucediendo lo que Powell anunciaba, que era que la economía americana se estaba desacelerando suavemente y que los factores que estaban impulsando la inflación, entre ellos los costes laborales, estaban cediendo, lo que hace que el mercado lo interprete como que en septiembre tal vez no suban los tipos de interés.
En la próxima semana conoceremos el dato de inflación de varios países, pero toda la atención se centra en el de EEUU, que de nuevo se interpretará en clave de política monetaria y que sin duda volverá a traer expectación y volatilidad a los mercados, que aunque están en modo vacaciones, siguen atentos a todo lo que acontece en las economías mundiales.