Las elecciones en Grecia para el próximo día 25 y la actuación de Mario Draghi en las próximas semanas, son los asuntos más trascendentes que tenemos en la actualidad, lo que influirá seriamente en el resto de los acontecimientos de este año.

Las medidas que puede adoptar sobre la posible ayuda cuantitativa para la Zona Euro, no están exentas de polémica, por mucho que el mercado las esté esperando e incluso cotizando al alza. Como es bien sabido, en Alemania no está bien visto, por la contradicción que supone, respecto a la política que se está haciendo desde el Banco Central, así como por las exigencias que se han impuesto a los países más problemáticos con su déficit, como el caso de España.

Tampoco están de acuerdo economistas como Álex Fusté, economista jefe de Andbank, que teme que se pueda producir, lo que él llama “liralización del euro”, con el fin de la austeridad y retraso de las reformas pendientes. Aunque todo ello pueda aliviar en el corto plazo a varios países, lo cierto es que supondrá una oportunidad perdida de mantener una disciplina fiscal, que se antoja imprescindible para una crecimiento sólido y sostenido en el largo plazo.

Para Álex Fusté, la decisión adoptada por el Banco Central Suizo de dejar de apoyar a su divisa, para evitar que se fortalezca contra el euro, como venía haciendo desde hace 40 meses, puede ser interpretada como una respuesta a que Mario Draghi ya ha tomado la decisión de poner en marcha la ayuda cuantitativa. Según su opinión, la decisión del Banco Central Suizo es la correcta, al asumir unos costes con ello, pero fruto del cambio de escenario y de los daños que puedas sufrir el Euro. Por tanto la actuación de los suizos sería coherente e inteligente, por mucho que algunos lo hayan interpretado como una falta de credibilidad.

Al margen de los daños causados por la fortaleza inmediata del franco suizo, lo cierto es que todo el asunto es muy relevante para los ciudadanos e inversores en Euros. En las próximas semanas se despejarán todas estas dudas e incógnitas y se irán aclarando las medidas, así como sus posibles consecuencias reales. Está por ver si Alemania dejará que suceda lo que se teme o si se encontrará un camino intermedio que nos beneficie tanto en el corto como en el largo plazo.