Por motivos muy diferentes, ambos países centran la atención de los mercados de capitales y lo que suceda durante el fin de semana, puede condicionar su comportamiento la semana próxima.
Empezando por Israel, desde que Irán lanzase el último ataque, el mundo está pendiente de la respuesta que van a dar, que según el Gobierno israelí, será “precisa y letal”. El gabinete de defesa del país, se reúnen en estos días, para aprobar dicha respuesta militar.Desde EEUU, llevan semanas redoblando sus presiones diplomáticas, para que la respuesta no provoque una escalada en el precio del petróleo, que dañaría al gobierno demócrata en su recta final por renovar mandato en la Casa Blanca. No olvidemos que las elecciones serán el próximo día 5 de noviembre. La subida del petróleo también puede poner en jaque la política monetaria de la FED, que está viendo como la inflación es persistente, aunque considere que está bajo control. El temor se centra en que si la inflación se descontrola, la política de bajada de tipos se puede truncar y con ello cambiar el escenario con el que trabajan los mercados de capitales, lo que sería un jarro de agua fría.
Por el lado de China, desde que a finales de septiembre, se anunciase el plan de estímulos para ayudar a los mercados de capitales y el mercado inmobiliario, las subidas provocadas en sus índices, se han ido esfumando, con la misma rapidez con la que llegaron.
Para mañana sábado, día 12 de octubre, se ha convocado una rueda de prensa, por parte del Ministerio de Finanzas, para anunciar nuevas medidas, en principio estímulos fiscales. El economista jefe de Andbank, Alex Fusté, comenta que: “ Evaluaré si se anuncian medidas nuevas de estímulo fiscal, monetario. Pero sobre todo, medidas regulatorias. Se espera un estímulo adicional de USD280bn. No sé si será suficiente. Si no hay nada concreto o, mejor dicho, estructural, el repunte visto al calor de los estímulos desde finales de septiembre se desvanecerá completamente y reiniciaremos el largo camino de la erosión en este mercado, de la mano del ejército de short sellers, hasta que solo queda el cascarón vacío de lo que alguna vez fue un gigante invulnerable”.
Por tanto y en conclusión, este fin de semana promete expectación, que tendrá su impacto en los mercados en la semana próxima.
A favor de la cordura y la toma de decisiones sensatas, tenemos que nadie quiere que las economías retrocedan todo lo que han avanzando en el control de la inflación, ni en la escalada de la violencia, que puede llevarnos a escenarios bélicos a gran escala y de imprevisibles consecuencias.
Respecto a China, su situación económica y el constante deterioro, al que no estaban acostumbrados, hace que se encuentren en una situación límite, en la que deben tomar medidas que les permitan recuperar la senda del crecimiento sostenido, para volver a contar con la confianza de la comunidad inversora internacional.
Veremos si todo esto se va concretando, para evitar sobresaltos mayores, que desde luego, los inversores no desean, ni se merecen, dado que son evitables.