Durante todo el mes de abril, los analistas, gestores y economistas, han estado especulando sobre las posibles decisiones de los bancos centrales, en su reunión de la primera semana de mayo, por ello la expectación ha sido máxima.

La primera conclusión a la que podemos llegar es que las previsiones se cumplieron en ambos casos. Tanto la Reserva Federal Americana como el Banco Central Europeo subieron los tipos de interés un 0,25%, llevándolos la primera hasta el 5,25%, el nivel más alto desde 2007 y el segundo hasta el 3,75%, el nivel que no se veía desde octubre de 2008, en plena crisis financiera.

En las declaraciones posteriores al anuncio, Powell afirmó que a partir de ahora se iba a producir una pausa en las subidas de tipos, hasta ir comprobando como impacta la restricción del crédito, consecuencia de la crisis bancaria, y las subidas de tipos, tanto en la economía, como en la persistente inflación, que es realmente el monstruo a combatir. En sus comentarios dejó abierta la puerta a nuevas subidas, pero algunos analistas consideran que incluso podría verse obligado a bajar los tipos, si la economía entra en recesión en los próximos trimestres.

Los datos de empleo conocidos el viernes, que llevan el desempleo a la baja, hasta el 3,4%, cuando se esperaba que subiese hasta el 3,6%, sigue demostrando que el mercado laboral está muy fuerte y con unos costes laborales al alza, van a seguir tensionando la inflación y posiblemente haciendo pensar a la FED, que esta no ha sido la última subida. 

Por su parte la presidenta del BCE, ha dejado claro que las subidas de tipos de interés en la Zona Euro no han finalizado, porque la inflación sigue demasiado fuerte. Han comentado que la resiliencia de la economía de la Zona Euro se debe en buena parte a las ayudas de los gobiernos, ante las subidas de los precios energéticos, pero ahora que estos se han moderado, deben eliminarlas. Vuelven a insistir desde el BCE en la preocupación que les causan las subidas salariales, porque no ayudan a controlar la inflación, de ahí la imposibilidad de frenar las subidas de tipos. Los expertos consideran que veremos una dos subidas adicionales, tal vez de otro 0,25% cada una.

Desde julio de 2022, que comenzaron las subidas de tipos, esta es la menor subida, dado que en ocasiones anteriores habían sido de un 0,50% ó del 0,75%.

Las restricciones del crédito también son una realidad, sobre todo a las familias, donde los datos de hipotecas solicitadas, también reflejan una importante caída, ante las subidas de los tipos de interés.

Al margen de las decisiones que puedan tomar en las próximas reuniones, lo que si parece claro es que estamos ante el comienzo del final de las subidas de los tipos, como consecuencia de la crisis bancaria desatada en EEUU en marzo, y que ya se ha llevado por delante tres bancos americanos, el último del First Republic que fue comprado con JP Morgan el fin de semana pasado, para evitar su quiebra. Ahora se habla de otras dos posibles víctimas, el PacWest y el Western Alliance, que ya están viendo caer sus cotizaciones entre un 40 y un 50%, en los últimos días. Los analistas bancarios americanos sugieren a los reguladores nuevas medidas para proteger los depósitos, para frenar la sangría y acabar con la crisis bancaria.

Estos acontecimientos están castigando a los bancos europeos, de ahí el aumento de la volatilidad en los índices y sobre todo en el sector bancario.