Si bien, los informes de los principales analistas del mundo siguen hablando de recesión, alta inflación y tipos de interés elevados, algo está mejorando en la percepción general.

Las medidas adoptadas por China, tanto en materia sanitaria como económica, están siendo un revulsivo para los mercados de renta variable chinos, que son uno de los mercados que más están subiendo en lo que llevamos de año. En la parte menos amable, empiezan a surgir las dudas sobre como puede impactar en el precio del petróleo la supuesta mejora de la economía china, al aumentar su demanda, algo que no sucede desde hace dos años. El impacto que eso pueda tener en la inflación a nivel global es algo que se está analizando con detenimiento.

Los datos macroeconómicos en Europa, aún siendo negativos, lo son menos de lo que el mercado estaba descontando y esperando, lo que también está suponiendo un balón de oxígeno para el optimismo de que la recesión que se espera, sea menos intensa y dañina de lo esperado.

En EEUU el hecho de que el mercado laboral esté dando algún síntoma, aunque leve aún, de verse afectado por las subidas de tipos,  al que se ha sumado la bajada de la inflación por sexto mes consecutivo, están animando la especulación de que la Reserva Federal Americana subirá tipos tan sólo un 0,25% en la primera reunión de este 2023, que tendrá lugar el 1 de febrero.

Ante este renovado y esperanzado panorama, los inversores se están animando con las compras en los mercados de capitales, llevando subidas importantes a los principales índices bursátiles del mundo, entre ellos al IBEX 35, que ya ha recuperado las pérdidas del 2022, que fueron de algo más del 5%.

Los mercados de renta fija también se están viendo beneficiados, ante la esperanza de que los tipos suban con menos intensidad y sólo en el primer trimestre de este año.

Ahora les toca el turno a los resultados de las empresas que cotizan en bolsa, respecto a los cuales, buena parte de los analistas consideran que no se está teniendo en cuenta el impacto que sus cuentas de resultados van a sufrir, como consecuencia de las subidas de tipos.

El consenso estima que la media de beneficios va a caer en torno al 4%, cuando se esperaban mejoras superiores al 15%.

Hasta que la FED celebre su primera reunión de este año, todo el protagonismo estará centrado en dichos resultados, en los que se conocerán el cierre el cuarto trimestre de 2022 y sus previsiones para el primer trimestre del año 2023.

Mientras tanto, las carteras de los inversores han comenzado el año con una recuperación importante, para ir reduciendo las abultadas caídas del año anterior, así como renovar la confianza de que todas ellas se recuperarán, como en crisis anteriores.