Los mercados financieros durante la presente semana, se han ido moviendo en base a las conjeturas sobre lo que harán los bancos centrales la semana próxima.

Si la inflación y la reacción de los bancos centrales para controlarla, han sido los grandes protagonistas de este año que estamos a punto de finalizar, diciembre mantiene la expectación, respecto a lo que sucederá la semana próxima en la que serán las últimas grandes citas del año.

Si le presidente de la Fed americana cumple con su palabra, como viene haciéndolo desde el verano, la última subida de tipos este año en EEUU debería ser de un +0,5%, dado que eso es lo que se interpreta de su última afirmación de que se ralentizaría la subida de tipos. Los datos macroeconómicos de comienzos de mes, mostrando la fortaleza de la economía americana, ha puesto en tela de juicio la posibilidad de que la ralentización comience ya en diciembre. Lo cierto es que todas las economías del mundo muestran desaceleración, incluida la americana, aunque para algunos analistas, no es suficiente para considerar que la inflación está controlada.

De ahí que la gran mayoría coinciden en que para controlar el monstruo de la inflación las economías deben entrar en recesión, y los Bancos Centrales están calibrando como hacerlo subiendo tipos, pero sin pasarse de frenada y que la recesión pueda ser más intensa y larga de lo que desearían.

Por ello la labor de precisión en cada toma de decisión, se convierte en un tema de alta expectación en los mercados, que reaccionan tanto antes de que se produzca la toma de la decisión como después de la toma de la misma. La sensibilidad de los mercados es muy alta, de ahí que el resultado final del comportamiento de los mercados en este último mes del año va a depender en gran medida de lo que decida la FED el día 14 y el BCE el día 15. Para ambos se esperan subidas del 0,5%, si fuesen superiores, el mercado se lo tomaría mal y por tanto se producirían recortes, como los que hemos visto durante varias sesiones este mes.

El dato de IPC en la recta final del mes también va a ser decisivo, porque si se mantiene o vuelve a bajar, será como un premio adicional, que sorprendería de forma favorable al mercado, ya pensando más en lo que pueda dar de si el año 2023. Si por el contrario el dato fuese decepcionante, podríamos también ver recortes, ante la posibilidad de que la FED no ralentice tanto las subidas, como el mercado está descontando.

En conclusión, vamos a tener un final de mes y de año, tan expectante como el resto del año, ante las citas que hemos comentado. Hasta que no pasen, realmente no podremos decir, que los mercados han dado por cerrado el año 2022.

Mientras tanto, China sigue a lo suyo, y ante las últimas revueltas sociales y su delicada situación económica, realmente ha decido poner en práctica el reducir las restricciones de su política  de covid cero, lo que han premiado los inversores con subidas en sus principales índices.