El día 8 de septiembre de 2022, ya forma parte de la historia, que todos recordaremos por la muerte de la Reina Isabel II de Inglaterra y la subida histórica de tipos de interés en la Zona Euro.

El fallecimiento de la Reina provoca un duelo tan significativo, como admiración por su vida de servicio al pueblo británica, tal y como se comprometió hace 70 años. Su dignidad, entrega y profesionalidad le acompañaron hasta el último momento. La imagen de su encuentro con la nueva primera ministra dándole la autorización para formar Gobierno, quedará en la historia como ejemplo de todo lo que era.

Su modelo para inspirar a quienes realmente tengan vocación de servir a los demás, en la tarea que decidan emprender en la vida, sin duda es una fuente de alegría y esperanza, en un mundo tan necesitado de referentes veraces, auténticos y longevos. Todo esto contrasta con una sociedad en la que prima la búsqueda de la fama más rápida e incluso vulgar, de los estético frente a lo auténtico y de lo efímero frente a lo eterno. No obstante, lo admirable es lo que perdura en la memoria para siempre, mientras que lo inútil se desvanece rápidamente.

La Reina Isabel II, ya está entre los iconos como lo están Isabel I, la Reina Victoria, en Inglaterra, o la Reina Isabel la Católica en España. Todas ellas han marcado una época y dejado legados excepcionales a las generaciones siguientes. Recordemos lo que les debemos a ellas y a todos los que nos han precedido, para construir un futuro que siga avanzando por las sendas del humanismo, porque son las únicas que hacen que las sociedades sean más prósperas y felices.

El otro momento histórico de la semana es la subida de tipos de interés en un 0,75%, algo que no se había hecho nunca, por la contundencia de la medida y el impacto en las economías. El BCE ha hecho lo que dijo que haría, para controlar el monstruo de la inflación que nos asola por doquier.

Como nunca llueve a gusto de todos, la alegría inmediata de la subida, se la han llevado los bancos, porque esto ayuda a sus maltrechas cuentas, al aumentar sus márgenes, por lo que sus cotizaciones en bolsa, lo han celebrado con entusiastas subidas. El duelo lo van a pasar las empresas, países y personas que tengan préstamos, hipotecas o deuda emitida que tengan que refinanciar, porque ya tienen la certeza de subidas importantes en los costes. La esperanza está en el hecho de que el BCE es consciente de que la inflación irá moderándose en los dos próximos años, lo que nos llevará a un escenario de bajada de tipos en algún momento, dependiendo de la evolución de la inflación y del impacto que tengan las subidas de tipos en el crecimiento económico.

La realidad es que este deseado escenario no tiene fecha de inicio. La certeza inmediata es que los tipos seguirán subiendo en los próximos meses, por encima del actual 1,25%, por ello el Euribor ya está próximo al 2% y con intenciones de cerrar el año ligeramente por encima de esos niveles.

En las principales bolsas del mundo, los niveles de sobreventa que tenían muchos valores, con tres semanas consecutivas de recortes, han provocado subidas, que no tienen visos de mantenerse de forma consistente en el mercado, ante los desafíos económicos inmediatos a los que se enfrentan las economías mundiales.

Llegando a mediados de septiembre, la verdad es que el mes, está superando las previsiones de intensidad en acontecimientos que teníamos previsto. Lo bueno es que estamos preparados para afrontarlo, si hemos preparado las estrategias que se necesitan en estos momentos para cada economía doméstica.