El comienzo de la Semana Santa nos deja otra semana de calma en el mercado de capitales, a la espera del comienzo de la publicación de los resultados trimestrales de las empresas y la evolución de las negociaciones entre Rusia y Ucrania, para el anhelado alto al fuego.

Desde los mínimos que marcaron los mercados el día 7 de marzo, la volatilidad se ha ido reduciendo semana a semana. Los mercados de renta variable han caído en la sesión del miércoles tras conocerse las actas de la última reunión de la Reserva Federal. En ellas se deja claro la intención de ser más agresivo en la política monetaria para combatir la inflación, lo que se ha interpretado como que va a reducir deuda de su balance y que las subidas de tipos posteriores, posiblemente ya desde primeros de mayo, serán de un 0,50%.

En el mercado de materias primas, los precios del brent han vuelto a bajar, situándose en torno a 100 dólares, una vez que la Agencia Internacional de la Energía haya confirmado que al igual que EEUU, van a liberar reservas estratégicas.

En cuanto a las nuevas sanciones aprobadas contra Rusia, por los llamados crímenes de guerra contra civiles, por parte de la Unión Europea, se centran en el sector del carbón.

Los gestores siguen afirmando que necesitan que se produzca el alto al fuego para poder visibilizar con mayor claridad el impacto de los efectos de las sanciones, subidas de precios etc. No obstante ya estiman que este año es imposible estabilizar los precios de la inflación a niveles razonables.

Calculan que se irán estabilizando el año próximo, para a partir de 2024 seguir bajando y en los años siguientes, moverse en niveles entre el 2 y el 3%. Si esto es así, con las subidas de tipos de interés, los mercados de capitales y mercados financieros en general, comenzarían a entrar en una senda más racional, en la que el ahorro en activos de renta fija, volverán a tener rendimientos positivos de forma natural, algo que aplauden y mencionan entre lo positivo que se irá produciendo en los próximos años.

Con esa rentabilidad con la renta fija, la inflación en términos más razonables y algunas posiciones de renta variable, los inversores podrán aspirar a obtener rentabilidades por sus carteras, que superen la inflación anual, sin tener los niveles de riesgo más altos, como sucede en estos momentos y cómo ha sucedido en los últimos años.

A nadie se le escapa que la situación económica que tenemos por delante es compleja y con daños importantes, pero lo que si empiezan a visualizar es que los cambios en Europa, para tener menor dependencia de otros países, en materia energética, sanitaria, agrícola y tecnológica, será muy bueno, pero eso no será en el corto plazo, de ahí que haya que sobrevivir a la compleja situación actual, con la esperanza de las bondades que se producirán a medio y largo plazo.